Mostrando entradas con la etiqueta another story. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta another story. Mostrar todas las entradas

15 ago 2012

Cuídame.

No podía creerlo. Al fin la familia se reunía. Al fin se daban abrazos sinceros, o al menos así es como se veían. ¡Por Dios santo! Esto no podía estar pasando.

 Se encontraba observándolos a todos detenidamente desde la ventana, afuera de la enorme casa. Con la ropa sucia de ayer igual de empapada que el cabello castaño, por la fresca lluvia suave que se deslizaba sobre el aire delicado del condado. Con los ojos bien abiertos y un nudo en el estómago, con el ramo de tulipanes que le hubiera dado en su cumpleaños.

-No, no, no.-Intentó convencerse. Miró hacia abajo cerrando los ojos, dejándose empapar aún más. Sus párpados se volvieron a abrir y sostuvo la mirada en sus botas negras llenas del lodo del jardín.
 Volvió la vista hacia adentro. Alguien había corrido las cortinas color crema, no tuvo más remedio que hacerse a la idea. Sólo le quedaba entrar y enfrentarlo todo.

  Después de soltar un largo suspiro, decidió caminar hacia la entrada y golpear la puerta de la mansión. Una anciana que usaba una mascada en la cabeza, sustituyendo al cabello inexistente, le abrió. Tenía los ojos cansados de tanto llorar. Dicha señora lo estrechó entre sus débiles brazos.
-Lo lamento, abuela-dijo en forma de consuelo.
-No te preocupes, hijo-contestó la anciana soltándolo. Lo dejó caminar delante de ella y cerró la puerta tras él.-Qué bueno que ya estás aquí. ¡Mirate! Estás todo mojado, te va a hacer daño.
-En un momento atiendo eso, abuela-le contestó cortés.

 El cuerpo descansaba arriba, en la última habitación del lado izquierdo. Pasó la sala donde los demás se encontraban, subió las escaleras con el ramo de tulipanes apretados en la mano derecha, sin saludar a nadie. Los demás parientes lo ignoraron, como siempre habían hecho.
 Otras cuatro personas más seguían estorbando en el pasillo del piso de arriba. Él los esquivó para quedarse petrificado muy erguido en frente de la puerta. Respiró hondo, sintiendo sus pulmones llenarse el aire contaminado de nostalgias falsas.
-Necesito un momento-sentenció llamando la atención de todos los presentes. -...a solas. -Terminó con voz áspera.
 Los demás comenzaron a murmurar cosas que para él eran lo de menos y se alejaron para dirigirse escaleras abajo.

 Su cabello, que ya le llegaba a las orejas, comenzaba a gotear, al igual que las orillas del suéter y los pantalones que usaba, formando un charco en el sitio donde se quedó estático. Pero no le importó.
 Finalmente, giró el pomo de la puerta y entró sigilosamente. La puerta no hizo el chirrido que esperaba, sólo se abrió de manera silenciosa. La habitación irradiaba calma y paz. no había más que el tocador intacto y una cama grande en medio. Dicho mueble tenía encima postrado un cuerpo. Más bien, un cadáver. Las gotas del suéter retumbaron sobre el suelo mientras caminaba hacia la persona fallecida.
 Se quedó muy cerca de su rostro.
-Pudiste haberte quedado-susurró con voz solemne. Puso los tulipanes sobre el pecho del cadáver. Mojó su cara.- Te dije que no era bueno...-su voz se quebró sin dejarle terminar. Recobró el aliento y continuó.-No sabes lo mucho que te extrañé el verano pasado. Pude haberme quedado contigo. Pude... pude...-pero las lágrimas que  contenía dentro de sí, salieron sin pedirle permiso.

 Las dejó salir un rato. Su pecho se agitaba de manera agresiva al sacar todo lo que sentía, sus ojos se cerraban y dejaban todo afuera, mientras que su ceño se fruncía de manera automática a causa de la frustración que le calaba todo el torso. Minutos después, sólo gemía sin siquiera decir algo inteligible.
Y luego todo se detuvo.
-Tendré que quedarme con él,-le dijo al difunto. Fue entonces cuando notó que su saliva se había vuelto ácida. Un espasmo cruzó su estómago y siguió-pero supongo que eso ya lo sabías. Y es obvio que él también lo sabe.
 Sorbió por la nariz y decidió recostarse a lado de él, abrazó su torso con cariño, empapando aquél cuerpo inerte. Suspiró de nuevo. La nostalgia salió desde lo más hondo de su pecho y se transformó en palabras que duraron más de una hora.Le contó todo lo que se perdió cuando iba a trabajar, le contó que no quería quedarse solo.  A ratos pausaba para mirar a la ventana que cada vez mostraba menos luz.

-Es culpa de él ¿verdad?-le preguntó. Luego imaginó que le respondía "¿El qué?"-Es culpa de él que estés así. Es culpa de tu novio. Él te hizo esto ¿no es cierto?
 "No es culpa de nadie", su cabeza volvía a hacerle creer que enserio hablaba con alguien vivo. "Todo va a estar bien", fue lo último que escuchó.
 -Él te golpeó. Veo los moretones. No me mientas.
 Un largo silencio pasivo reinó la habitación. Puso su oreja izquierda sobre el pecho del cuerpo. Ni señal de una esperanza convertida en pálpito. Ni siquiera escuchaba la respiración de sus pulmones. Ya nada funcionaba físicamente en el muerto. Ya no iba a regresar.
  Cerró los ojos, olvidando la tristeza y sonrió al recordar su infancia. Tarareó una canción, pensando que mañana sería un día mejor.

 Y se durmió ahí. Junto a su padre fallecido. Junto al hombre que le enseñó lo que pudo, cuando pudo. El hombre que, en su propio cunpleaños, lo dejó atado alado de un hombre (su novio) que realmente no conocía, pero que le repugnaba.


 **********************************************

"Cae, cae la lluvia
en este domingo de diciembre.
A la sombra de los paraguas
los transeúntes se dan prisa, sin esperar..."
"La pluie"-Zaz

12 jun 2012

Sólo duerme.

Caída la noche, la mujer llevó a Arthur a su dormitorio y lo arropó con las cobijas calientes de su camita. El niño sonrió a su madre desde la cama y ella se sentó sobre la silla, a un costado de él. Comenzó a contarle una historia sobre su padre, sobre cómo lo conoció, el día en que iniciaron su relación, el día en el que mismo Arthur nació, etc. Todo eso con una voz cálida, intentando hacerlo todo muy colorido para su hijo. Incluso ella se creyó las mentiras que añadió a la historia.

-¿Dónde está papá?- preguntó Arthur, con la cara iluminada por la luz de las estrellas.
-Trabaja. Ya lo sabes, Arthur--la mujer suspiró entristecida al recordar que su marido ya no la veía. Pero aún así prosiguió haciendo feliz al niño -Pero sabes que lo hace para salir a buscar nuevas aventuras para contártelas todas las mañanas antes de regresar al trabajo.--culminó la madre. El pequeño Arthur suspiró y cerró los ojos, mamá comenzaba a respirar profundo, fingiendo cansancio. Se tomó las sienes entre las manos y las sobó con cuidado, no sabía cómo pero la cabeza le dolía, se secó la única lágrima que cayó y rodó por la mejilla.

-Cuéntame otro cuento, mami--pidió el niño sentándose sobre la cama y poniendo las manitas sobre su regazo.
-No, hijo. Es hora de dormir-contestó solemne ella aún sobre la silla.
   El niño insistió tres veces más, pero mamá se limitó a levantarse y darle un beso en la frente antes de salir del dormitorio. Apagó la luz del corredor y así en penumbras se dirigió a la sala, donde el sofá le regaló comodidad.

   La mujer no podía descansar sabiendo que su marido no cuidaba al hijo de noche, ella era la nana y ángel guardián de Arthur. Consideraba absurdo que un hombre como su marido dejara tan solo a su hijo de tan sólo cuatro años, ni siquiera una niñera del gobierno había contratado para cuidarle en las mañanas y tardes cuando la casa se encontraba completamente desolada. ¿Qué es lo que el pequeño Arthur haría todos los días durante tanto tiempo? La mujer temió que algún día alguien robara la casa y le hicieran daño al niño, o que él por accidente encontrara venenos en la cocina o el cuarto de baño... "Ni el Cielo lo quiera" pensó.

   La incertidumbre lleno su alma y comenzó a llorar en silencio, recargando su cara sobre la mano derecha. Cerró los ojos y dejó que las lágrimas cayeran y que su pecho se moviera descontroladamente por los convunsionales suspiros que daba en ratitos. Sólo la luz del cielo estrellado iluminaba el suelo de la sala y la mujer deseó que sus pensamientos también fueran iluminados, así podría pensar mejor para reestablecer la vida de su hijo.

   Cerró los ojos unos segundos y al volver a abrirlos notó que había una silueta pequeña sentada en el sillón invididual que estaba enfrente de donde ella se encontraba.
-¿Por qué lloras, mami?-preguntó Arthur mirando a su madre entre la obscuridad.
-Regresa a la cama, pequeño Arthur-pidió mamá con voz solemne. Se secó las lágrimas y sus hipótesis se esfumaron.
-No quiero ir solo, ven conmigo.
-Regresa a la cama, Arthur-repitió, pero esta vez lo dijo con voz dura.
-Es que... Tengo miedo, mami-explicó temblando.
-Ven aquí-la madre se levantó y cargó al pequeño, quien le abrazó el cuello y comenzó llorar. Al parecer el niño había tenido pesadillas, o quizá sólo su imaginación le hizo recordar que le temía al ropero.

   La madre llevó a Arthur de regreso a su dormitorio y ahí volvió a arroparlo con las acojedoras cobijas, no quería que se resfriara. Ya él recostado, su madre le acarició la frente y volvió a plantarle un beso ahí, el pequeño intentó tomarle la mano para obligarla a quedarse pero no lo logró.

-¡Quédate!-suplicó asustado-Mamí, quedate, por favor.
-No puedo-contestó ella indiferente mirando hacia la ventana y luego caminó hacia ella,--Sólo un ratito-- comenzó a tararear la canción de cuna que, antaño, su marido había compuesto con el piano para Arthur. El niño comenzó a quedarse dormido, sus párpados frágiles se cerraron a mitad de la canción y antes de caer completamente a los brazos de Morfeo soltó un largo y hondo suspiro, quedandose quieto toda la noche con una media sonrisa trazada debajo de la naricita puntiaguda; mientras, la madre ya salía ligera como una pluma de la casa por la ventana de la habitación para llegar al jardín y encontrar su lugar de descanso. Se dejó caer sobre el pasto húmedo, entre el barro, para regresar a su lápida.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Así que cierra tus ojos. Bésame, di adiós.
Y duerme. Sólo duérmete.
La parte más difícil es dejar ir tus sueños



 
So shut your eyes, kiss me, goodbye.
And sleep.Just sleep.
The hardest part is letting go off your dreams.
"Sleep"-My Chemical Romance

21 may 2012

Salvación divina

Rézale a Dios, me dijo la nana juntando sus manitas cansadas y sus ojos preocupados. Sólo asentí con la cabeza intentando entender aquellas palabras. "Rézale a Dios" ¿Qué clase de petición era esa? ¿De qué me servía rezar si todavía no era domingo?

  Realmente no comprendí, así que me limité a juntar mis manos igual que ella y miré al techo, imitándola.
  Mi habitación tenía las luces apagadas, incluso la cortina estaba cerrada para que no entraran los brillos de la luna y las estrellas. Estábamos entre penumbras, menos mal que yo ya era una niña grande y podría cuidar a la nana de cualquier cosa que saliera de las sombras.

 Voces lejanas se escuchaban a través de la puerta de mi habitación, donde aún yo seguía pretendiendo que"rezaba". La nana cerró sus ojos y empezó a mover los labios sin emitir sonido. Su respiración se aceleró y luego volvió a la vida real. Abrió sus párpados y me abrazó muy fuerte, como si se estuviera despidiendo.

-¿Qué pasa, mamá?-le pregunté. "Mamá" era un título que yo había adoptado para ella, ya que se portaba conmigo como tal... desde que llegó.
-Nada, corazón-contestó ella viéndome detenidamente, como si quisiera recordar cada parte de mi rostro. Sí, se estaba despidiendo. Pero yo no lograba entender por qué.
-Sí pasa algo,-insistí- y quiero saberlo, quiero que me lo digas, mamá.
-Tendremos que separarnos-suspiró. Esperó eternos segundos y tomó aire de nuevo. Sus ojos viejos se apagaron de repente, y los pocos vellos que poseía como cejas se volvieron dos líneas diagonales sobre cada ojo, mostrando tristeza y desespero. Con sus rígidas y rasposas manos (por el trabajo) tomó las mías, las pequeñas, ella temblaba. ¿De qué, era miedo acaso, o era el frío de la casa?

 Las voces de afuera se volvieron más fuertes, alguien sollozaba. ¿Mi verdadera madre lloraba? ¿Por qué?
-Nana... -suspiré-¿Qué le pasa a mamá Julieta?
-No sé, hija.-su voz... Comenzaba a preocuparse de verdad.
-¿Qué pasa? ¿Los piratas se dieron cuenta que he encontrado su mapa del tesoro y vienen por él?
 Mamá se calmó y me sonrió.
-No creo que ellos sepan eso aún. Tu eres muy inteligente y ellos muy tontos. No saben buscar cosas y encontrarlas como tú-la nana me cargó en sus brazos. Me recargué sobre su pecho y noté que su corazón seguía acelerado, corría como los caballos de Napoleón. Me sorprendí que no se le saliera de las costillas. De todos modos, nadie más que yo lo hubiera notado, alguien ahí afuera está haciendo aspavientos y nosotras jugamos a escondernos.

 Comenzó a arrullarme y tarareó una de tantas canciones de cuna que aprendimos con las sirvientas africanas. Se movía con el ritmo de la melodía que ella misma sostenía entre sus labios gruesos y yo comencé a dormirme mientras ella seguía moviéndose y acariciaba mi cabello con la otra mano.

 Todo era paz aquí adentro, en mi habitación, con mi nana la cantante. Allí afuera todos estaban enojados y discutían, podría jurar que escuché algunos espadazos y sillas rompiéndose. ¿Pero qué importaba? Yo podría dormir sin ningún problema.

 Ya estaba a punto de caer a los brazos de Morfeo cuando de repente una de las sirvientas abrió brutalmente la puerta gritando que debíamos salir de ahí, especialmente yo. ¿Yo, por qué?, pregunté, pero nadie respondió. Entonces todo sucedió muy rápido. Ni siquiera sé cómo es que caí de los brazos de la nana y me quedé ahí tirada en el suelo, luego mi padre y otro hombre se peleaban encima de mí, cuando yo me cubría los oídos... Sabía que decían malas palabras.

 Todos salieron de ahí; las sirvientas y la nana, menos mamá Julieta.
-¡Malorie! ¿Malorie, dónde estás?-gritaba ella fuera de la pelea entre aquellos dos hombres furiosos.
-¡Tengo que llevármela, es mía!-gritó el extraño.
-No lo voy a permitir-juró mi padre.

 Un padre furioso es algo que ninguno de nosotros quiere ver.
  Fijé la vista en el otro hombre... No era ningún extraño, era uno de mis amigos, el jardinero. El jardinero quería llevarme... ¿a dónde?
-Malorie, no escuches a este hombre-exigió mi padre, quien ya estaba sobre él en el suelo a mi lado. Papá comenzó a azotarle la cabeza sobre el azulejo de la habitación hasta que las gotas rojas salieron de ahí. Muchas cayeron sobre los rostros de ambos, otras en mi piyama. Yo no tenía miedo. Mamá gritaba epantada como si algo muy horrible pasara... Y es que esa noche papá se había convertido en el asesino.

 "Todos están locos" pensé entonces. Así que me levanté aún con la ropa manchada y salí de la habitación sin previo aviso. Crucé los pasillos largos de la mansión, pasé por las habitaciones de cada empleado, por la de mis padres, por la de bebé de la casa y bajé las escaleras aún con la ropa sucia. Algo me dolía. Era el estómago. Pero no me detuve, seguí andando, tenía que verlo antes de irme.

 Corrí fuera de la casa y me dirigí a la avenida principal. Descalza y en piyama llegué como pude a la capilla del pueblo.
 El sacerdote me esperaba aún sentado en una de las bancas de madera. Corrí hacia él y lo abracé con fuerza. Logré explicarle lo sucedido. Él me miró extrañado. No sé por qué pero el estómego seguía doliéndome, él quitó algo filoso de mis entrañas y me cargó. Gritaba al Señor que "No", lo último que hice fue besarlo, sus ojos claros me miraron sorprendido y me susurró al oído que siempre me amaría en secreto, como lo hizo desde el inicio... Eso fué lo último que escuché antes de que tdo se volviera negro.

9 abr 2012

"Sarah"

Para la pequeña, Feer.
"...Abraham's daughter raised her voice..."

_______________________________________________________________________________





¿Qué era todo aquello que le aguardaba? ¿Lunas cromadas, nubes deshechas, qué?

 Se levantó con preguntas como esas de la cama. Se levantó con los ojos rasgados que poseía llenos de cansancio. Con los labios mordidos, las mejillas marcadas por la almohada y el cabello enmarañado aún con la marca de haber estado recostada parte de la noche.
  Ni siquiera había salido el sol para hacerle ver al espejo ese pequeño rayito azul entre los chinos alaciados de la cabeza. Nadie se levantó con ella, nadie la esperó en el pasillo para saludarle con un -Buen día-  , nadie se dio cuenta de que ella ya estaba consciente preparándose para salir.

  Ya eran las siete en punto de la mañana cuando ella ya se encontraba con su mochila en la espalda y los audífonos blancos en los oídos en la parada del autobús. Emprendería un buen viaje a quién sabe dónde. Quiénsabedónde sonaba a que era un buen lugar.
  Sus ojos ya delineados estaban más despiertos que nunca, tenía que llegar. Los labios ya no tenían otra marca más que la del labial rosa que portaban y el cabello lo tenía más peinado de lo normal. Se había arreglado más, incluso sus zapatos iban lustrados y las uñas de las manos mostraban un esmalte azul bien definido.

   Envuelta en una playera de Chuck Palahniuk, Sarah subió al autobús y tomó el primer asiento que vio. Volteó a su izquierda notando que el vidrio de la ventana tenía una mancha en medio, alguien más había recargado la cabeza ahí antes que ella subiera. Durante el camino miró el paisaje de la dormida ciudad. Casi no había nadie rondando las calles, incluso el autobús estaba desértico; sólo tres personas aparte de ella estaban allí. Había delante de ella una mujer rubia con un bebé en brazos, detrás de Sarah, del otro lado del autobús, estaba un hombre con una peste horrible, hasta adelante, en el primer asiento  de la derecha estaba una anciana de canas azuladas. Al ver a esta señora, Sarah se alegró. Pensó para sí que aún había esperanza para la gente que es extravagante y no le interesa lo que digan otros.
 -Sería genial que ella fuera mi abuela—susurró sin que nadie más que ella misma le escucharan.

A mitad del camino decidió dormir un rato. De todos modos no tenía prisa.

Sarah llegó a su destino. ¿Cuál? La última parada del autobús. Deseó que el transporte pudiera llegar hasta la punta del país para disfrutar de paisajes diferentes a los que ella estaba acostumbrada en la ciudad.
   Bajó del autobús mirando al cielo. Se dio cuenta que extrañamente estaba oscuro. Ya era de noche. Se preguntó qué habría pasado, pensó que las nubes habían cubierto el sol y que por eso se veía tan denso el ambiente. Pero no. En el cielo no había una sola nube, estaba lleno de puntos blancos brillantes.

-¿Y eso?—preguntó en voz alta a nadie mientras apuntaba con el dedo índice hacia arriba, a una serie de estrellas muy juntas, formando una figura. Segundos después se dio cuenta que estas estaban alineadas de tal manera que lograban hacer el signo del infinito. Sarah se sorprendió, jamás había visto nada como eso. De hecho, jamás había visto ese lado de la ciudad. Los edificios no eran tan altos, como ella recordaba, de hecho solo eran casas rústicas con sus habitantes respectivos dentro. Había árboles gigantescos plantados en la calle y rompían las banquetas sus raíces, no había postes ni cables de luz por ningún lado. Lo único que alumbraba aquella parte de la ciudad eran pequeños faroles postrados en cada esquina de las cuadras y las estrellas sin luna. Las banquetas de ese lado de la ciudad estaban desiertas, Sarah no escuchaba más que su propia respiración, estaba sola, pero no temía.
 El autobús hizo un ruido escandaloso y se fue muy rápido, como si al conductor no le gustara mucho quedarse ahí. Sarah miró por enésima vez el cielo con los ojos bien abiertos mientras caminaba por la banqueta de la avenida hasta llegar a la esquina izquierda y verse alumbrada por el farol correspondiente. “Quiénsabedonde” era el lugar más interesante hasta ahora, pensó.
  El viento comenzó a soplar, Sarah se quedó parada junto al farol relajándose con el mover de las hojas enormes del árbol gigante que estaba en la acera de enfrente y comenzó a tararear una canción con los ojos cerrados. El viento siguió soplando, pero las hojas ya no se movían. Sarah abrió los ojos para ver qué pasaba con ese árbol y las hojas bailarinas. Al hacerlo se llevó la triste sorpresa de que ese árbol no tenía hojas. Se preguntó qué habría pasado, eso era lo más raro que pudo haber presenciado jamás.
  Sarah sintió un jaloncito en la parte baja de su playera, después de reaccionar giró sobre sus pies y se encontró con una niña de ojos tornasol. La pequeña no media más de un metro y medio, portaba un vestido roído color verde agua, las rodillas blancas estaban raspadas al igual que los nudillos de las manos y tenía su carita manchada, con su cabello igual de chino que el de Sarah, quien le sonrió de manera comprensiva. La niña de vestido le devolvió el gesto y luego la abrazó como si ya la conociera. Sarah se quedó quieta sintiendo el cariño extraño regalado de aquella niña sin voz, después deshizo el abrazo y se puso de cuclillas para mirarla bien.

-¿Quién eres?—preguntó con voz dulce tomándole las manitas. Pero la niña no respondió más que con un puchero y luego soltó a llorar.

 Sarah se vio reflejada en aquella chiquilla de vestido roto y fue ella quien le dio un gran abrazo.
-No llores—murmuró sobre el hombro de la niña— ¿Qué te pasó?
-Es que no me recuerdas—murmuró  ella con la voz temblorosa, luego respiró hondo varias veces.
-¿Yo?—preguntó Sarah separándose otra vez de ella.
-Tú—suspiró la niña quitándose las lágrimas de la cara, manchándose más los pómulos—Tú, tú, tú. Tú no me recuerdas y si no me recuerdas me voy a morir y no me quiero morir.
-¿Morir?—fue lo único que preguntó Sarah.
-¡Me voy a morir!—gritó entonces la niña con desesperación abriendo los ojos como platos y apretándole los dedos a Sarah quien se quedó quieta de nuevo ante la impresión que la niña de le causaba. De pronto sintió cómo su corazón palpitaba muy rápido, sus pulmones comenzaron a moverse al mismo ritmo acelerando su respiración y sus manos comenzaron a sudar; Sarah hiperventilaba al tiempo que la niña de ojos tornasol –como los de ella- le seguía apretando los dedos índices y pulgares de ambas manos. Algo dentro de ella hizo explosión y de un momento a otro se encontró llorando en el suelo junto con aquella niña. Entonces el cielo se tornó claro, como si alguien hubiera abierto las cortinas de la habitación, las hojas del árbol de la acera de enfrente crecieron de nuevo y comenzó a escucharse un claxon a lo lejos. Sarah abrió los ojos.

 Después de un rato, se levantó del asiento del autobús.
-Un sueño—dijo estupefacta pisando el último escalón para así bajar a la calle real—No hay otra niña más que yo.

 Sarah cargó bien su mochila sobre los hombros delgados y caminó de regreso a casa, no importaba la distancia, regresaría a casa.  Había sido suficiente, no iba a perderse un día más sin su hermana. Haría todo lo posible por regresar a aquella época en la que jugaban todo el tiempo, en los años donde no importaban los accidentes si se tenían la una a la otra. Quería regresar a ser la niña de los ojos tornasol y vestido verde.

6 oct 2011

Life is but a dream to the dead

Hoy soñé que moría.
Iba con mis compañeras de la escuela a un edificio.
cuando regresábamos, ya era de noche. comenzaba a llover, lo bueno era que aparecieron pequeñoa paragüas en nuestras manos.
 Comenzamos a caminar más rapido. Al cruzar la calle, una niebla inmensa y dura comenzó a empujarnos de la manera más agresiva posible. Todas chocamos contra las grandes ventanas del edificio donde nos encontramos hace unos momentos dentro.
  De pronto, dejé deescuchar nada.  La niebla me abrumaba y comenzó a comernos enteras. Ya era enorme y cuando me di cuenta que me asfixiaba, ya nos encontrábamos en un extraño viaje a través de una corriente llena de luces de colores.


 Segundos después caímos al suelo. El pasto tenía el color más verde de todos. El cielo tenía un azul prefundo e inmenso. Todo era hermoso.
 Alguien me avisóque ya no respirábamos. No me importó porque el lugar era hermoso, más que hermoso, era majestuoso. Me quedé. Mis compañeras reían, porque en ese lugar la gente comenzó a reír.
 Entre los arbustos los pequeños se escondían, los mayores solo estaban sentados sobre el césped verde platicando y bromeando de la manera más alegre posible.
 todo era dicha.
Entonces,me acordé de mi abuela, de mi madre y de mi hermana.
Una gran nostalgia invadió mi estómago.

2 sept 2011

Lecciones de Ahogamiento

Ya dentro del agua logré pensar en otra cosa. En una canción, intentado relajarme...

Movía mis brazos y piernas tratando de coordinar para avanzar nadando dentro de la alberca.      

   Pero entonces, recordé los sucesos y tensiones de mi vida. En la pesadilla que había tenido dos días antes, en la tarea que debía terminar, en lo estúpida que una tipa me hizo sentir el viernes en la escuela... En todo aquello.


    En la forma en que mi padre me trató la noche anterior intentando meterme en la cabeza que 'era bueno creer en Dios'... Me tensé, porque pensé que él sabía cómo pienso sobre todo eso y en esos momentos me di cuenta que nunca lo supo con certeza, o solo era un necio.


    Pero nadie lo entendió, nunca me entienden. Era por eso que tenía a Gerard a mi lado... Porque él era como yo... porque él es yo
    Pero dentro del agua... dentro del agua Gerard desaparece,se desvanece entre las moléculas pequeñas e invisibles del agua clorada. No respiro, me tenso, me estreso creyendo que Gerard jamás volverá.






And if you stay, all I'm asking for is...




Entonces, no me concentro, dejo de frlotar entre el agua.
   El instructor sigue gritando para que escuche. Me pide histérico que nade más rápido...


Yo no quiero fracasar (de nuevo) entonces trato de esforzarme en hacerlo, en lograrlo, en obedecer todo lo que él me dice al pie de la letra. Quiero ganar, quiero sentirme bien al ver que los demás no me alcanzan.

  o me quito los gogles para que nadie logre darse cuenta de que lloro.

    Llego tosiendo, aún, a la orilla donde los demás y Gerard me esperan.


-¿En qué estuvo mal?--me pre   Intento respirar en cada momento que saco la cara del agua coordinando mis piernas y brazos para que no dejen de moverse mientras mi cuello está fuera.
       Pero luego... Las palabras que quise gritarle a papá, las groserías que quise decirle en la cara a aquella tipa que me hace sentir como si no valiera, los gritos y comentarios que quise hacerle al profesor al exigirme tanto, se atoran en mi garganta sin dejarme respirar.



No puedo. Simplemente no.

Gerard ya no me espera... No lo hace como antes. Ya no está en las gradas, o en la otra orilla de la alberca viéndome. Me siento sola, mientras los gogles se inundan de agua.

¡Malditos gogles! Están rotos.

   No respiro, me tenso y mis gogles se inundan. ¿Cómo lograré llegar hasta la otra orilla sin Gerard alentándome a pesar de todo esto? ¿COMO?

   Intento volver a respirar sin detenerme, no puedo dejar de hacerlo, no debo... no debo perder, pero mi garganta-llena de palabras- no deja pasar aire y mis pulmones comienzan a colapsar... no por completo, pero no me siento bien.

without a sound, without a sound... and I wish you away

  El profesor sigue pidiendo más rapidez. Me falta solo un cuarto de los 25 metros de la alberca. Sólo un cuarto.



Gerard aparece, su voz resuena en mi cabeza.

     Pero aún así no lo logro... Aún así me ahogo con mis pensamientos, provocando un serio ahogamiento real con el agua.

   Los demás ya han llegado. Mi hermana me mira confundida con su traje de baño, ella también llegó antes que yo.

Entonces, me detengo, comienzo a toser y sube mi presión.

   Tengo ganas de llorar. Tres niños de 8 años han llegado antes que yo también... Temo por lo que el profesor pueda decirme.
Las lágrimas se contienen, ngunta.


  No respondo, las ganas de gritarle que se calle y me deje tranquila se acumulan en mi esófago, luego van a mi estómago y mis tripas comienzan a retorcerse...


"No dejes que me humille" le pido a Gerard en mi cabeza. Pues no logro articular palabra alguna, porque sé que si abro la boca lo único que saldrá son malas contestaciones.


-¿En qué te equivocaste?--insiste él- ¿La respiración? ¿Te ahogaste?-pregunta con sorna.
      Yo solo me trago mi orgullo, me trago mi enojo y meto mi cabeza al agua, practicando la respiración debajo.


Gerard aparece y me sonríe...


De pronto se ahoga, veo cómo sus ojos y boca se abren creando una mueca de terror. Y se ahoga...

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Leelo en ingles: Drowning Lessons 

5 jun 2011

*El desván* capitulo 4 "Una visita"

Comenta o Gerard no besará a Frank nunca jamás
*************************************************************+
(Ella)




Hoy Gerard, me dijo que debía visitar a su amigo Frank, pues su madre está enferma… No sabemos qué hacer… Frank ha sido el mejor amigo de él, pero por culpa de Robert, todo se complica. No podemos salir de aquí. Esto me está cansando. Vivir lo mismo todos los días es la peor pesadilla, y más cuando se escuchan patrullas rondando cerca de nuestro viejo escondite. Cuando esto sucede… aunque sea de día, Gerard se levanta espantado y me esconde en una caja de cartón… No es que yo sea pequeña, es que esa caja es gigante… de hecho, los dos cabemos bien…pero él siempre me protege así que en vez de ocultarse, Gerard, prefiere enfrentar al enemigo… Tiene varias armas guardadas.



Hemos estado bien estos ya tres meses. Pero ha comenzado a ocurrir lo que me temí, desde el primer día en que huí de casa: Las provisiones alimenticias comienzan a terminarse… Sabía que no duraríamos ni medio año así.

Gerard sigue dormido y no sé cómo le explicaré que no tenemos que comer… No creo que se enoje, solo se va a preocupar (como siempre) por mí. Aunque al principio yo pensaba que era un tonto por huir de esa manera, sigo creyendo que es mi salvador… Es muy amable con todos, menos con él mismo. Lo cual es algo triste, claramente se ve cómo es. Si alguien pudiera ver esta escena, parecería que yo soy una princesa y él mi esclavo. Yo tengo una linda cobija puesta encima, mientras que él solo duerme con su pantalón y una camiseta. Yo siempre debo comer más y él solo come una cuarta parte de lo que preparo para la única hora de comer: la cena. Parecemos un matrimonio, uno muy extraño. Extraño porque en la sociedad en la que vivimos no se ve que un hombre ceda a los deseos de su “esposa”; “siempre un hombre debe guiar a la familia” dicen los mayores siempre que ven algo como esta, mi situación. Ahora todos buscan a “la educada y muy hermosa señorita Cloudson” de hecho, mandaron a los ministros a buscar a Gerard para juzgarlo por secuestro… ¿secuestro? Lo cual no está muy bien, pues él no me ha secuestrado… Ahora por esto, todos nos buscan, pero los tontos no imaginan dónde estamos ahora…



Nuestra situación no es algo que todas las personas vivan. Imagínense: Una muchacha a punto de casarse es “raptada” por el enemigo de su prometido. “La esconde” y él por inercia debe ser juzgado por “presunto secuestro” de una de las damas más prestigiadas de la ciudad. Viven en un desván y nadie lo sabe… Los dos “sufren” sin alimentos y sin algo con que cubrirse en los días fríos. Pero están muy bien unidos porque al final, ella se enamora perdidamente de su secuestrador, mientras que él no lo sabe y sólo la mantiene escondida para asustar a sus seres queridos.



Porque no creo que Gerard esté enamorado de mí, sería extraño que a la persona que amas la secuestres… Y sería aún más extraño estar enamorada de alguien que te priva de tu libertad, es por esto que no tengo las agallas de decirle lo que siento… No todavía.



(13-10-10)





Hoy, llegó en la noche un amigo de él. No sé como supo que estábamos aquí, pero llegó… Me desperté del ruido que hizo al abrir la chirriante puerta… Gerard se preocupó por ello y me ayudó a levantarme:

-¿Qué hace?

-Me levanto… ¿Qué más puedo hacer? No soy mala anfitriona y por eso no recibo a mi visita acostada señor.

-Bueno. ¿Le ayudo?

-No gracias…- interrumpió mi agradecimiento de cortesía, tomándome de la espalda y levantando mi torso. Es tan lindo cuando se preocupa… Pero no quiero ser un estorbo para él, pues ya tiene muchas preocupaciones…

Era una de las pocas veces que hablábamos… Ya extrañaba su voz.



-¿Qué pasa amigo?- saluda Frank a Gerard dándole un fuerte abrazo de hermanos.

-Pues... Nada aquí seguimos escondidos…

- ¿Cómo han estado?

- Bien gracias… Y ¿tu mamá está mejor?

- Sí… gracias por preocuparte hermano. Solo fue un susto… Pero no tan grande como el que nos has dado a todos. Pero dime ¿Quién es esta acompañante tuya tan bella?- pregunta su amigo viéndome con ojos amables…

-Pues soy…

-Es la señorita que rapté… Bueno, en realidad ella decidió quedarse… Yo insistí en que huyera y regresara… Bien… eso no importa.

-No, no importa, el punto es que señor, me interrumpe… Mire señor…

-Iero…. Frank Iero

-Señor Iero. Yo soy la señorita… Cloudson.—Diablos. Debo dejar de mentir… Algún día tendrán que saber mi verdad

-O_O ¿Cloudson?... ¿usted es la señorita que aparece en los diarios?

-¿yo estoy en los diarios?...

-sí, su padre la busca… Creo que su madre estaba tan deprimida que duerme todo el día.

-Mis padres…

-Yo le dije señorita Cloudson que debía regresar a su hogar… Pero quiso quedarse… si quiere puede irse.



-No… No me iré… Por mi culpa está aquí, Way.

-Bueno. Ya cálmense. Sólo vine a traerles algo.- dijo empujando detrás de una caja grande.

-¿Qué es todo esto hermano?

- Provisiones.

-Muchas gracias señor...- Le digo dándole una sonrisa gigante…fiu. Nos salvó del hambre, duramos como una semana sin comer.

-De nada señorita. Es lo menos que puedo hacer por una mujer tan prestigiada como usted.

-Ah, bueno Frank, muchas gracias.

-Y miren. Traje más frazadas calientes para ustedes. El otoño viene, después el invierno, aquí se pone muy canijo y no quiero que se me enfermen.- dijo orgulloso de sí mismo por haber adivinado nuestro sufrimiento. Y después sonrió de una manera amable como lo hizo desde que llegó a este desván olvidado. Le devolví la sonrisa…

De repente las patrullas de los vigilantes comenzaron a sonar cerca. Frank salió disparado de nuestro escondite diciendo adiós con la mano y con la boca un “Hasta luego muchachos!”



Mientras Gerard yo, la mentirosa, nos quedamos viendo en la penumbra del lugar

4 jun 2011

*El desván* capitulo 3 "Estoy enamorada"

Comenta o Gerard no besará a Frank nunca jamás
***************************************************************+
(narra ella)
Hoy, yo sigo pensando en cuando terminará esta pesadilla… Cada día yo solo añoro huir con él… Añoro dejar y olvidar todo lo que hemos pasado… Gerard siempre me dice que hubiera sido mejor si no lo seguía… Que todo sería diferente si yo no hubiera dejado a Robert por él… Pero Lamentablemente yo siempre sigo al corazón. Antes, me iba a casar con Robert porque mis padres me dijeron que era bueno casarse con alguien adinerado… Pero a mí nunca me interesó Robert ni físicamente ni tampoco por su capital. La verdad es que su familia, siempre vivió de lujos y lo mejor del mundo. Mientras yo y mis padres vivimos siempre en medio de la miseria y la riqueza… Mi madre se hacía la mártir diciendo que no teníamos para comer cuando siempre tuvimos dinero…nada más que ella quería ahorrarlo para algún día llegar a ser tan ricos como los McCracken , pero nunca lo logramos. Ahora ellos están muy preocupados imaginando “donde podre estar ahora?” “¿Qué podre estar haciendo, ya me he dormido?, ¿ya habré comido?”… si tan solo supieran que no me importa el hambre con tal de estar con él, mi dulce secuestrador. Desde que lo conozco me ha dado seguridad aunque él diga que ha lastimado gente…aunque diga que es “la peor escoria del universo”… El hizo un dibujo de mí en un lindo paisaje, y todavía lo conservo… aunque no recuerda, yo siempre lo he conocido…Su madre y la mía eran amigas… él nunca estuvo entusiasmado en ir a la escuela, así que su madre le pagaba un maestro particular… a veces nos visitaban, pero cuando teníamos 11 su padre falleció, y no lo volví a ver… hasta ese día… El día en que Robert me pidió casarme con él. Ese día Gerard llegó con una pistola… La cual, ahora sé, nunca cargó balas… Gerard le apuntó, desde una mediana distancia, en la cabeza diciéndole cosas como:”Ya devuélveme el dinero que debes, pagarás el daño que nos hiciste maldito” y Robert como todo orgulloso comenzó a subestimarlo y a ofenderlo… Gerard por su parte se puso enojadísimo y nervioso… entonces volteó a ver a todos los de la “ceremonia” y después postro su mirada específicamente en mí… en ese momento fue cuando recordé que alguna vez lo vi antes. Él me tomó del brazo y por obvia reacción, grité. Él me tapó la boca… Y amenazó con matarme si Robert no le daba lo que quería… Me puso la pistola en el cuello…Tenía pánico, pero después de haber estado tan cerca de él, yo dejé de gritar y me sentí segura en su pecho… Aunque me estuviera apuntando con esa arma mortal metálica…


Mi prometido, sólo le gritaba a Gerard que me dejara en paz… Mi familia hacía lo mismo, pero nadie se atrevía a moverse.



La escena era un tanto graciosa: Gerard y mi prometido gritándose tontería y media, cada uno alejado del otro por unos tres metros… Mi madre y padre preocupados, también mis “próximos suegros” gritaban de desesperación, todos estaban muy nerviosos, pero lo chistoso es que yo no. Como dije, Gerard me daba seguridad, su cuerpo era algo cálido en comparación a lo que se veía físicamente… Él usaba un suéter Azul marino, con unos pants del mismo color, parecía uniforme. Tenía un rico olor a café, combinado con un cigarrillo, siempre fue un vicioso…un lindo vicioso.



Esto pasó hace cuatro meses, tenemos solo 18 años…Se imaginan? Mis padres me hubieran dejado casarme muy joven y dejar mi vida de un lado para ser el ama de casa de Robert… Se nota que me aman… Que feo nombre hubiera tenido desde mi boda “ La señora McCracken” , prefiero mil veces ser apuñalada que casarme con ese hombre tan ambicioso… Por suerte, el señor Way, apareció en mi casi destrozada vida y la salvó… Por suerte vivo ahora con él… Por suerte mi vida no terminó…

Gerard me revivió. Revivió mis sueños anhelados, esos sueños que mis padres me arrebataron cuando me dijeron que debía ser la señora de McCracken… Gerard siempre ha sido mi salvador, aunque ésta vez, no se vea así, él salvó mis sueños y mis pensamientos que estaban muy hundidos y escondidos gracias a que mi sociedad es una muy reprimida…

***


Son como las once de la mañana... EL día esta nublado, como siempre ha sido en esta vieja ciudad en el país de Inglaterra. Vivimos al norte así que cualquiera puede imaginar las duras circunstancias en la que vivimos ahora mismo este personaje y yo. Imaginar el terrible frío que pasamos en este maldito desvan. Un desvan que, debo reconocer, se me hace un tanto familiar, no entiendo la razón, pues el unico desvan que recuerdo haber visto ha sido el mío...

Ahora, veo a mi salvador dormir como un pálido bebé… Está casi roncando… Es muy lindo

Gerard siempre ha querido cuidarme. Yo al principio pensé que era un desgraciado, pero poco a poco, me fui dando cuenta que no es mas que un chico de mi edad jugando a ser un delincuente...

-Te quiero Gerard, siempre lo haré, no importa lo que me digas…- le susurro al oído mientras él hace muecas mientras sueña. Le doy un beso en su fría y suave mejilla y decido abrir esa ventana por la cual, desearía salir de inmediato con mi pálido salvador.

Después de un rato, comienza el frío de nuevo, y cierro la ventanita de éste olvidado desván. Me siento cerca de este pequeño cristal, para lograr ver el exterior… el mundo al que desde hace meses no voy… El mundo que quiere matarnos… O, más bien, el mundo que nunca logrará hacerlo, mientras mi amor y yo sigamos unidos aquí… Mientras él y yo no peleemos y nunca seamos débiles…

2 jun 2011

*El desván* capitulo 2 (there's Nothing but the rain)

Comenta o Gerard no besará a Frank nunca jamás
*******************************************************************
°°There's nothing but the rain°°

Ya llevamos casi dos meses escondidos. Ella sigue temblando… Yo a veces la arropo con la única cobija que hay en este lugar, pero ella se la quita y me pide que yo la use… Que yo debería cubrirme, porque según ella, yo ya he sufrido mucho, después de tanto tiempo peleando… ella se duerme y por fin logro cubrirla…


Un día casi soleado, ella encontró un colchón…la verdad no sé de donde porque yo estaba dormido… y no me quiso decir. En las noches yo vigilo que ninguno de ellos venga y ella duerme… en los días ella vigila y yo descanso.


En fin, lo días pasan y ni uno se salva de estar lleno de misterio y preocupación.

A veces odio mucho a la vida por hacerme un monstruo. Pero otras, le agradezco, porque de no haber sucedido, nunca hubiera conocido a esta mujer.


Pero…¿Por qué tuvo que ser así? ¿Por qué tuvo que conocerme de esta manera?... Si ya estaba comprometida y podía vivir de otra manera, pero nooo, tuvo que aparecer el señor Way en su tan refinada y buena vida…Quiso seguirme a mí…Gerard Way la peor escoria en el mundo!! Yo siempre tengo la culpa del sufrimiento de las personas…


Aunque, pensándolo bien…no es toda mi culpa… Sí es culpa de la vida… porque si su maridito no hubiera sido mi peor enemigo, todo esto no pasaría. Oh señorita Cloudson, si tan solo no me hubiera seguido, o si tan solo se hubiera dado cuenta de lo que él, su prometido, era y es en realidad, su historia no sería esta.
Mientras pienso todo esto ella se mueve un poco entre la acogedora cobija.

Esta bien, dejemos de pensar en el pasado, como diría mi madre…” Hay que vivir en el presente, porque el pasado siempre queda atrás, y ahí es donde no debemos mirar durante el camino de nuestras vidas.”

***

Comenzó el viento de nuevo… ya está lloviendo un poco… ¿de dónde saldrá este frio?- Pienso para mí mismo y vuelvo la cabeza a ver la ventanita que ella siempre mira… Y me doy cuenta que ella la abrió…porque yo no pude haber hecho eso…no me gusta el sol… -tal vez por el día soleado ella abrió en la mañana esa pequeña abertura… - Sigo pensando mientras trato de levantarme con cuidado para no despertarla. Hoy ha sido un día duro para ella, aunque no somos nada, quiso preparar un gran banquete, a comparación de las miserias que por culpa mia comemos, ella me despertó en la tarde y me dio esa sorpresa tan linda. –Te quiero demasiado, eres como un ángel delicado y muy lindo.- le digo mientras me dirijo a la ventana. Ella no sabe sobre mis sentimientos, y espero nunca lo haga… sería tonto secuestrar a tu amor… No puedo creer que apenas llevamos unos meses viviendo así y me he enamorado inmediatamente. No sé muy bien de que, pero sé que ya no quiero que se valla, siendo egoísta, preferiria que se quedase conmigo hasta la muerte. Pero pensando o tan solo imaginar el sufrimiento que puede pasar ella al estar conmigo, tambien quisiera que se fuese lo mas pronto posible aunque me duela... Lo sé, soy un extraño dilema.


Llegué por fin a ese hueco que nos daba frío. Y de un buen jalón logré cerrarle. Después de esto, comenzó a llover estruendosamente, no importó, ella ya no tenía frío, ni siquiera yo. Ella seguía tranquila soñando en medio del colchón y otra vez logré cubrirla con esa cobija.

Yo solo usaba un suéter de lana que mi abuela fallecida me regaló.” Ay Señorita… mire a donde fue a parar por mí. Prometo cuidarla… No deseo dañarla.” le susurro mientras le acaricio la suave y blanca piel de su rostro, y ella a su vez, murmura cosas entre sueños.

No sé su nombre aún… y no me interesa.

29 may 2011

*El desván* Inicio

Estábamos solos, escondidos del adverso mundo que yo comencé. Ella, sentada frente a mí sobre una caja de madera, mirando hacia la pequeña ventana de este sótano. Yo, sentado en el piso frío, igual que este espantoso lugar. Ella temblaba como una maraca; una pálida maraca con ojos verdes.



Se veía tan linda y serena metida en sus inocentes pensamientos mirando la poca luz que daba la ventanita.


Quise saber lo que sus ojos seguían… y me dediqué también a mirar el exterior.


Era un día nublado, aunque el sol podía asomarse un poco por las gruesas y grises nubes del cielo. Después de un pequeño momento, me harté de ver que esas siluetas lograban vivir una vida buena, mientras ella y yo estábamos aquí condenados a escondernos en el lugar menos romántico. Así que volví a mirarla, ella seguía viendo hacia afuera, esa carita de porcelana era adorable; cabello corto despuntado y negro mostraba su blanco cuello. En ese momento sentí unas ganas muy grandes de abrazar a mi pequeña bailarina, pero su expresión había cambiado de una serena a otra muy diferente y difícil de explicar; ¿era preocupación? ¿Tristeza?... ¿Qué era?
No se veía muy feliz, al igual que yo, pero tampoco se veía que se sintiera muy miserable. Al menos eso es lo que logré “adivinar” en su penetrante mirada.


Me decidí a preguntarle.






-mmm… ¿Qué sucede? ¿Está todo bien?, ¿necesita otro asiento?
Le dije mientras movía mis ojos de un lado a otro por los nervios. Mi voz sonó muy preocupada… era algo que quería evitar, pero creo que no pude.
Ella por fin me miró.


-no… este no me pasa nada, estoy bien, gracias.
Acompañó esto con una cara obligada a sonreír.


es que… veo algo en su expresión, pero no sé que es lo que pasa por su mente. Digame!- creo que la asusté, pero realmente no pude contener mis sentimientos afligidos de preocupación.
-mmm… es solo que, temo por ti. No quiero que te lastimen! Tengo miedo de que lleguen esos infelices… - dijo abruptamente, mientras sus claros ojos se cristalizaban.

-¿qué? No debería preocuparse por mí.-dije casi gritándole de nervios- Por culpa mía esta aquí sin poder vivir como esas siluetas de afuera!! Por mí muchos han sufridos y lo sabe. Solo fui y soy un desgraciado, un monstruo insensible. Por mí USTED TAMBIEN HA SIDO LASTIMADA!!! No debería…Mire, no me conoce!! ¿Cómo puede estar preocupada por mi persona? Ya cálmese… algún día saldremos de aquí. Pero por mientras no haga nada que logre que nos encuentren si?... Aunque no lo crea señorita, tengo miedo también…
Entonces mi bailarina de porcelana se hizo para atrás, para de alguna forma alejarse de mi histeria, y volteó a ver el suelo mientras esos ojos cristalinos dejaron rodar esa fría lágrima por sus mejillas…


Volvió a mirar a la ventana añorando, una vez más lograr salir, es el primer día que nos escondemos aquí. Yo, no la conozco ni ella a mí, pero por mi culpa, la culpa de este maldito egoísta, tuvimos que venir… La verdad es que hay algo extraño en la decisión que la señorita Cloudson tomó, pues yo le dije que podía retirarse, pidiéndole de favor que no dijera que me encuentro aquí, pero ella, dijo que quería afrontar las consecuencias de huir de casa…


¿Por qué decidió quedarse? Pues amigos míos, no tengo idea. Nada viene a mi cabeza cada vez que trato de encontrar respuesta.


Es que simplemente no puedo creer que esta muchachita tan linda, haya decidido quedarse con alguien como yo escondida en un lugar tan horrible, un lugar lleno de humedad, basura, insectos extraños y cosas olvidadas.


Nos encontramos en el desván de una casa que fue abandonada hace un poco más de nueve años por una familia disfuncional, lo sé porque esa familia era la mía.


Es algo difícil tratar de comportarme bien en frente de una dama como ella. Es algo debí haber aprendido, pero no quise. No quise aprender porque me decían que era básico para poder casarme, y contraer matrimonio nunca fue mi idea de una vida en pareja, ni siquiera ahora.






Solo debo esperar el momento en que ella se canse de mí y que se vaya, quiero irme de esta ciudad tan conservadora.




Comienza el frío, un poco de lluvia cae.


-¿tiene frío señorita Cloudson?
-no, no se preocupe. Estoy bien con este suéter.
-Como desee, pero tenga en cuenta que si se enferma no se curará tan fácil pues no hay medicamentos aquí. Solo estos podridos alimentos, por lo cual le pido una disculpa.
-No se preocupe, ya le dije que estoy bien…
-¿ya no llorará?


-¿Qué? Yo no estaba llorando…- dijo tocando sus ya secas lágrimas de una de sus mejillas.
-Espero que haya tomado una buena decisión con quedarse aquí…
-Sí, la tomé. Ahora déjeme. Quiero dormir y arrullarme con el sonido del agua…- cierra los ojos. Y una nueva lágrima sale…


Pobre, ha de extrañar mucho a su maldito prometido y a su familia de dinero. Maldita sea, tenía que ser su prometido el mismo hombre de dinero que me quitó todo…

21 may 2011

El FINAL de un enamoramiento no grato (parteIII)

Comenta o Gerard no besará a Frank nunca jamás
----Dos días después de un corazón medio roto.----



Bien.

Ya que terminar con alguien no es algo que te haga muy feliz, acepto que tuve ganas de sufrir, de llorar y hacer berrinches, tuve ganas de hacer todas esa cosas que la tipas hacen cuando sus novios rompen la relación con ellas, tuve ganas de preguntarme
¿Qué había hecho? ¿qué no había hecho?
tuve ganas de golpearte...
Pero no lo hice.

En vez de eso decidí comparme un libro.
Me distraje y de alguna manera logré olvidarme dos días de ello.


Pero oh sorpresa.

DOS DIAS después... decidí salir de mi habitación, todo el día había estado escuchando música mientras leía.
Salí, era un buen día, estaban las nubes ocultando el sol, pero aún así lograba ver su luz.
Y entonces. Te encontré en la calle.
No me había visto, pero yo sí te vi. Te vi de espaldas.
Lo creas o no, logro encontrarte y localizarte a mil metros aunque uses un disfraz.

No me había dolido mucho haber terminado un relación fuerte contigo. No lloré tanto como creí que lloraría. No sufrí. Creo que era... simplemente algo que ya esperaba.
Me dolía tan poco, que pensé en hasta saludarte como si nada hubiera sucedido jamás.

Y entonces... la vi.
Estaba contigo.

"La nueva"
[Así es como la llama mi subconciente ja]

Tiene el cabello teñido.de ...un colo más claro que el suyo... trata de ser alguien más mientras se maquilla ocultando las arrugas que tiene en las mejillas.
Ella sí me vio. Me vio observándote a tí y enrojeció de furia.
¿Celos? pensé...
Pero... no sabía a quén se lo decía: si a mí... o a ella.
La cosa es que. Tampoco era muy grato ver a tu ex con una tipa nueva después de dos días...
"Te engaña, te engaña, te engaña" me habían dicho varios sujetos tiempo atrás. No quise creerles.

¿Y sabes qué?
No importa.
No importa lo que hayas hecho. No importa lo que No hayas hecho, no importa lo que hayas pensado en hacer. NO IMPORTA EN ABSOLUTO!

¿Sabes por qué?

Porque... aunque te vea y supure la herida del corazón, auunque sienta un fuerte punzada en el pecho... aunque alguna vez tenga ganas de golpear algo por la rabia que me haces sentir...

Estoy aquí.
Y no pienso morir por tí.
¿Te odio?
Claro que no!
No te mereces ni siquiera que yo te odie! (sonó algo fresa, pero es verdad)

¿Sabes? ya no me importará lo que TU te merezcas.
Solo importará lo que yo desee.
¿Sabes que es lo que deseo?

SER YO DE NUEVO.

El Inicio de un enamoramiento no grato (parte II)

Comenta o Gerard no besará a Frank nunca jamás

----Pero el sueño no duró mucho-----

...
...
...



TRES SEMANAS DESPUES...



PUNCH! OUUUH.



Fuiste cruel eh? Tres semanas después de tantos sueños e ilusiones creadas por tu alma hacia mí... terminaron


Simples palabras tuviste qué decir. "Así que creo que... terminamos"

Justo las palabras que dijiste.



¿Triste?
Tal vez.


Dejaste de hablarme... dejaste de enviar mensajes, dejaste de visitarme...
No diste razón. No diste ninguna señal de nada.


No te diré que "Mi mundo se destruyó por que ya no estabas"


Pero debo admitir que no me sentí muy bien.



...

1 feb 2011

...And then, there was you...

Y lo ví. Era un simple chiquillo jugando con sus amigos.
  Intenzo, pensé con ironía. En ese momento no me interesaba concer a nadie más.
Pasaron dos años y yo seguía viendote al visitar a mi amigo. Nos saludábamos y te ibas a jugar de nuevo. Seguías siendo el niño que había conocido aquella tarde mencionada.
Alguna vez llegaste a pasar corriendo por la puerta de mi casa, pero no era nada relevante haberte dado cuenta que aquella pocilga era mi hogar, lo unico que querías era divertirte mientras yo me enfurruñaba con mis tareas diarias.
Entraste a la misma escuela que yo. Te veía diario.
A partir de aquella, casi magica, caída entre tu y yo, mis sentimientos comenzaron a dar vuelcos tremendos que ni mi propio corazón entendía.
  Después de un mes, me dí cuenta que tneía una obsesión.
Eras obviamente TÚ!
Aquellos amielados ojos, ojos que jamás habias visto tan cerca. Aquella sonrisa que me dislumbra cada vez que la esbozas para mí. Porque eres tan... atento conmigo mchas veces que cuando nuestras miradas se cruzan me sonríes con ese aire de encanto tan tuyo. Siempre lo haces y espero que siempre lo hagas cada vez que suceden aquellos disimulados y muy breves encuentros entre los demás alumnos.
  Quisiera tenerte para mí, quisiera que todo esto que se enreda en mi cabeza y hace que me de vueltas todos algún día se calme y logre salir de alguna manera, pero sin hacerte sentir incómodo.
  Aparte de aquella bebida rica en cafeína, tú eres mi obsesión, eres aquél que alegra mis mañana llenas de sueño cada vez que pones tu pie sobre el concreto del lugar.
 
NO me interesa que todo esto parezca cursi, sabemos qe no soy así. No suelo ser afectiva, siempte soy fría, el amor me jugó malas bromas y de tanto sufrir ya nunca me había querido enamorar...
Alguien me había dicho que algún día alguien para mí llegaría.
  Todo esto hace semejanza a un cuento romántico sobre "Amor Verdadero" y para que nadie crea que lo es, porque-sencillamente- no creo en eso, diré que talvez no eres tú.
  No me interesa que las demás me rueguen hablarte, no soy algún tipo de reality show para que cualquiera vea mis reacciones ante tí. Aunque... Confieso que cada vez que logras verme, todo me da vueltas y siento que me hierve la sangre, tal vez sea esa la reacción a la que llaman "sonrojarse", pienso.
 Hoy en particular, me miraste, te acercaste y- en vez de solo voltear y sonreír como siempre- acercaste tu rostro al mio y diste un saludo más afectivo que aquella simple curva hacia arriba en tus labios, besaste mi mejilla y después de alejarte un poco, instantaneamente, en acto de reflejo dijímos al unísono "hola". Nuevamente me regalaste aquella limpia y clara sonrisa y te fuiste con esa danza que das en cada paso, esa forma de andar con que anuncias tu llegada siempre la cual me hace suspirar.
  Esta es la pequeña historia de una joven rechazada por todos que se ha obsesionado con alguie menor. mucho menor que ella.
¿locura, tal vez?
Mmm. Puede ser.

19 ene 2011

Beggining my Shame

UN día nuevo. El segundo después de que te fueras y no te viera en la escuela. Decido quitarme aquellos dolores que me matan y calcinan por dentro para parecer feliz… o, algo parecido.

Vuelvo a esperarte en la entrada de la escuela, pensando que enserio, todo esto termine pronto. Sólo un día y ya sufría sin ti. Mejor me la llevo tranquila. Tal vez… te enfermaste y no puedes regresar, tu madre ha de estar quitándote la calentura por la gripe…

Prefiero pensar ese tipo de cosas en el segundo día sin ti, sabiendo que a partir de ahora estaré sola. Prefiero creer otras idioteces provenientes de mi propia imaginación que recordar aquél mensaje al que respondí ayer, sin haberlo mencionado antes.
   El día pasa sin ti de nuevo, esto se vuelve algo monótono. A excepción de que otra compañera me saluda felicitando, y pregunta algo sobre mi cabello y yo respondo mecánicamente un “Sí”… Ella se va.
   Entro de nuevo al desolado y frío salón del tercer piso. Todos me miran como si fuera un fenómeno.Está bien que sea algo diferente a ustedes, pero no me miren así. Dije por lo bajo.
  De nuevo las clases comienzan, el único recuerdo físico que tengo presente de ti, es aquella “Larva vampiro” que dibujamos hace unos años juntas. Desdoblo el papel con cuidado de que los dobleces que ya antes fueron doblados y desdoblados al derecho y al revés, no se maltraten más.
  Las ganas de llorar que creí que tendría en ese momento nunca llegaron. “eres fuerte, más de lo que tu propia consciencia pudiera saber” me dijo una voz dentro.
*
De nuevo llego a casa muerta de tanta presión, sí, presión de nuevo. Porque cada vez que pasaban lista los maestros y mencionaban tu nombre, te nuevo me miraban como si yo mostrara tanto dolor, dado que yo nunca hago muecas tristes en frente de nadie más que no fuera mi propio reflejo.


-Eres tan… inexpresiva- me dijo en el receso nuestro amigo flacucho, ese que siempre nos hace reír, el mismo al que odias. —Sé que te sientes mal, al no saber nada de ella… Pero no muestras un poco de dolor. Parece que no la extrañas
  A esto respondí que obviamente te extraño. Pero con frialdad, mi voz dijo que no te necesitaba, que las personas no eran necesitadas de ninguna forma, y no debían serlo… Que estaba mejor que nunca así.
  Realmente no quise decirlo, es solo que… no me gusta que me digan lo que debo o no sentir. Es el mecanismo de “defensa” el que respondió por mí


Este mal recuerdo me revuelve el estómago. Siento náuseas y corro al sanitario. Poniéndome de cuclillas al inodoro, recojo mi cabello en forma de cola de caballo. Miro mi reflejo en el viejo azulejo. Me levanto un poco y me veo en el espejo, parezco un vampiro real… Estoy más pálida que mi ídolo en plena juventud cantando en medio del escenario.
  Algo hace que mi cuerpo se convulsione de alguna forma para que mi estomago se comprima, involuntariamente lo que había desayunado sale de mi boca cuando ésta se abre sin que yo lo pida. NO me gusta hacer eso… hacía mucho que mi estómago no se sentía así.
  NO te contaré mucho sobre la experiencia de “regurgitar” tu alimento, pero debo advertirte que es lo más horrible, y más cuando nadie está ahí para sostener tu cabello, o para decirte que “todo está bien… que lo dejes salir”


Después de eso, tomo el segundo baño de mi día.
  Uso mi piyama y me pongo a trabajar en la tarea de historia. Porque, sabes que ella trabaja muy duro (la maestra) y siempre deja tarea…
  La termino y voy a ver un programa en la televisión. Es un reality show. Es el único programa que logro ver durante el día.


*
  Mamá y papá llegan del trabajo, mi hermana ya está terminando también la tarea, mi programa ha terminado. Voy a mi habitación y enciendo mi ipod. Recuerdo buenos momentos con esas canciones… Pienso en ti y en mí cuando ambas teníamos problemas fuertes, mientras “We´ll carry on” se repite con aquella voz que, siempre te he dicho, me salvó.
  La canción termina y aún escucho esa Frase “We´ll carry on, you’ll carry on… Do or die, you´ll never break me because the world will never take my heart”


  Recuerdo una vez más que no estuviste a mi lado mientras esos miles de ojos se posaban sobre mi persona cuando yo andaba por el pasillo del salón.
De Nuevo me guardo mis lágrimas para un buen momento. Pero este momento nunca llega, así como tú.
  Pienso que todo estará bien para el siguiente día. Me prometo ser fuerte para mí, ya no más para ti ni ningún otro individuo. Trato de convencerme de que esas palabras “Hazlo o muere, nunca me quebrarás porque el mundo nunca tomará mi corazón” pueden ser verdad.

  La batería de mi pequeño aparato se termina y me quedo dormida. Profundamente dormida, vuelvo a tener pesadillas como ayer. Por feas que sean, no logran hacerme llorar más que la noticia de tu partida.


*


Duermo profundo y… un grito agudo me despierta. Creí que era mi hermana, pero sólo era la vecina de arriba.
   Estoy recostada en mi cama con piyama puesta. Pero lo raro es que ya estoy bien acomodada, y arropada con las cobijas, esto no lo hice yo. Me siento sobre mi cama, a mi lado se encuentra el único regalo de cumpleaños; un peluche de lobo cachorro, venido de mi tía. Lo abrazo con fuerza como si fuera una nena pequeña a quien le acabaran de quitar su dulce. Me siento sola en medio de tanta oscuridad. Tomé mi celular y lo encendí, la pantalla decía que ya eran las dos de la mañana. ¿Cuánto dormí?
  No lo sé y no me importa. Esta noche es más fría que esos dos días sin ti en la escuela, en medio de tanta presión, tensión, palabras nunca dichas y tristeza para mí de parte de otros.
  Un momento raro pasa por mi cabeza. Te veo diciéndome adiós. Mi imaginación comienza a trabajar en medio del umbral de la litera. Dices adiós con una mano mientras caminas alejándote de mí. Me imagino dando un grito con tu nombre. “No Pude Ser, Te Me vas y Ni una Caricia.”


Ese era el momento.
  Las lágrimas se soltaron sin querer. Aquél aparatito que había estado escuchando hasta morir de sueño estaba a mi lado aún con el botón de encendido. Yo Seguía abrazando al único regalo que me han dado sin hipocresía.


Comencé a decir cosas al aire como si el viento pudiera llevar mis palabras hasta tus oídos.
  Comencé con pedirte regresar. Lo dije miles de veces mientras mi voz se quebraba en casa ocasión repetida. Te decía que estaba harta de esta corta monotonía sin ti. Sin tu rostro-
  Te dije cuanto extrañaba tus raros comentarios hacia otros, cuanto extrañaba esa risita traviesa que dedicabas a cada chiste. Le conté a mi subconsciente y a la nada cuánto te necesitaba, cuánto necesitaba que llegaras al colegio y me abrazaras y me dieras un saludo de Buenos Días. Dije cuánto quería que estuvieras conmigo, incluso prometí que daría lo que pudiera porque estuvieras aunque sea dos días enteros junto a mí.
  Dije cosas que ya no recuerdo, cosas llenas de nostalgias, cada comentario estaba lleno de sollozos y lágrimas… Por suerte tenía un gran paquete de pañuelos en mi buró, lo acerqué y lo llevé a mi regazo para más comodidad.


Aún abrazaba a ese peluche, después de un rato ya estaba húmedo de tantas lagrimas caídas.
   Una hora lloré. Tal vez un poco menos, pero me pareció eterna la noche pensando que era real ese mensaje. Pensando que tal vez tu padre ya no quisiera dejarte salir. Pensando que si llamaba de nuevo a tu casa, daría una mala impresión y causaría mucha incomodidad a tu madre si preguntaba por ti.
  Te extrañé las noches de vacaciones, te extrañé dos noches anteriores, te extrañé la noche antes de esta, pero ésta misma noche te estoy extrañando más de lo que yo hubiera podido extrañar a alguien.
  En serio necesito que por lo menos te presentes un segundo ante mi vista, pero sé que no lo harás. Al pensar esto un grito ahogado se queda en mi garganta.


Y esperando que al despertar no se me note el lloriqueo, trato de dormir recostándome de nuevo.
   Y lo hago, esperando a otro día lleno de soledad. Porque sin ti me siento toda una idiota. Porque no soy muy sociable como tú, soy tan… fría con los demás, que los alejo. Soy tan sola que a veces me aplico demasiado a la escuela y parezco una tonta nerd… una tonta que en vez dedicarse a vivir la vida, se la pasa sentada en una mesa preguntándose que podría poner de final en una historia corta. Porque soy una idiota que se puso a contar historias sin haberme dado cuenta de lo que pasaba alrededor. Y te pido disculpas si alguna vez te hice sentir mal al ignorarte y seguir escribiendo mis cosas.


Sé que esa disculpa no vale. No vale para nada. Solo te hago perder tiempo y yo pierdo más mi voz.
Sé que al siguiente día sin ti en la escuela, mi voz quebrará si alguien me pregunta si te extraño. Así que trataré de no hablar.
Sé que me hago contradicciones.


No importa. Lo único que importa ahora, es que tendré buenas calificaciones… que mis padres estarán satisfechos con el trabajo que aporté… pero no sabrán de mi dolor. Sé que odias que escriba cosas largas. Sé que odias que dedique todas mis historias a los integrantes de mi banda favorita, pero no puedo hacer nada. Tú tampoco… Es igual que tu situación: yo no puedo hacer nada para que regreses y tú tampoco.

Sé tambien que yo soy la niña mas estupida en el mundo... Lo soy porque el unico lugar donde me siento bien es en mi casa... porqe el unico lugar donde logro ablar sin levantar sospechas de mis sentimientos es detras de una inutil pantalla.




.

1 ene 2011

*But I Can´t Believe she's Gone*(final)

Parte III ~Maybe they’ll bring her back to me~



El muchacho miraba la casa, se vía realmente diferente sin adornos coloridos representado la Navidad, la pared del comedor, contiguo a la sala, estaba aún con ese peculiar color salmón, pero en gran parte había un severo tono oscuro justo en el lugar donde el incendio comenzó
“Tal vez no adorne porque tema que suceda lo mismo que ese día” pensaba




-Toma, hijo- interrumpió los pensamientos del joven
-OH, gracias- respondió tomando su taza con una cuchara, se sentía en confianza, algo que jamás pensó sentir. Tuvo ganas de bromear un poco, en esos momentos se sentía bien—Oh, ya no bebe ponche en diciembre…
-je, no… La realidad es que, no sé hacerlo- contestó a la broma del menor y soltó una leve risita—Bien, ¿y qué te animó a tocar mi puerta?
-Am, pues verá, señor. Últimamente he observado su hogar, esta demacrado igual que usted…
-igual que tú…- interrumpió el mayor
-Sí… eso creo


Ambos comenzaban a tener los rostros algo tensos al recordar al mismo tiempo la terrible destrucción de la casa y sus propios corazones


-Creo que debemos hacer algo más que sentarnos solos y recordar malos ratos
-¿Qué malos ratos? Yo no estoy solo…- el hombre mayor siempre fue un poco testarudo y no quería reconocer que también estaba metido en una gran depresión
-Vamos, hombre, sabemos que los dos estamos tristes por ellas…

Al mencionado se le cristalizaron los ojos, pero no era la primera vez que lloraba… Hubo muchas noches en que también necesitó más de tres paquetes de pañuelos.
 -Tienes razón…- su voz se quebró—Creo que debemos seguir ¿no?
-Sí, incluso puede usted intentar adornar su casa de nuevo, sólo para traer un poco de felicidad a este lugar- dijo el joven mientras miraba al techo y alrededor de él, notando que realmente la casa que una vez fue hermosa, gracias a la mujer que adornaba, ahora se veía muy mal
-Sí, pero sé que aún así las extrañaré. Mi esposa de fue así sin despedir…Mi hija también… Oh mi pequeña- decía entre sollozos—Extraño tomar su carita y besar su frente, amaba cómo tomaba ella mi rostro y también lo besaba… Extraño sentir sus manitas sobre la mia mientras sentía la textura de mi piel. Amaba los labios de mi mujer después de llegar del trabajo… Extraño a mi esposa y a mi hija…
-Era hermosa- interrumpió esta vez el joven, quien tenía una leve curva hacia arriba en la comisura de sus labios.
-¿Tu también la extrañas?
-Señor, con todo el respeto que se merece usted y la memoria de su hija, pero ¿nunca se dio cuenta de que ella era y aún es mi todo?
-Un poco, pero creí que era una ligera obsesión de cualquier chiquillo
-Oh, bien… Realmente no importa mucho, lo más importante aquí, es nuestra felicidad… Últimamente he estado pensando y reflexionando, pero no podemos quedarnos varados en recuerdos, al fin de cuentas sabemos que están mejor


El hombre mayor sólo escuchaba al joven que, alguna vez quiso como hijo… Asentía cada vez que estaba de acuerdo
-Bien pongamos manos a la obra y adornemos este tétrico lugar ¿sale?- al parecer las palabras del menor le habían dado un toque de optimismo y alegría
-Bien


Fueron al Sótano de la casa y encontraron los adornos…


Terminaron después de una larga hora y media, pues no eran expertos
  Cada adorno representaba aquella tarde-noche para ellos un recuerdo bueno, para así, cubrir el hollín, que entes caso era la vaga y mala memoria de la muerte de sus amadas.


Por último, pusieron un nuevo árbol navideño, de plástico. Esto fue un reto muy grande para ambos, pues no era el mismo árbol de hace una década pero aun así les traía ese horrible sentimiento de pérdida.






Flashback


-¿Qué es eso?- preguntó la anciana sentada en la sala de la familia—hay mucha luz
-¿en donde señora mía?- dijo el hombre de la casa, miró hacia donde un gran árbol se llenaba de luz, pero no de la serie de luces que había sido puesta como adorno, sino de una cegadora luz de fuego.—Por dios, salgamos de aquí…
  El hombre quiso ayudar a su vieja vecina salir de ahí, la cargó en sus brazos pues ella ya no caminaba rápido, el sobrino-nieto de la anciana caminaba detrás de ellos…


  Todo parecía estar bien ya que ellos tres estaban afuera sin algún rasguño. De pronto un grito desgarrador se escuchó
  -Maldita sea!, Mi esposa e hija están ahí—el hombre de la casa entró de nuevo para salvar a sus dos mujeres. Como todo se quemaba bastante rápido, los gigantescos libreros y cajones caían justo en su camino, lo cual, lo llevo a darse cuenta de que ya era tarde para salvarle la vida a su esposa e hija…


  El niño se enteró de esto y comenzó a lloriquear como si alguien le hubiera dado un buen golpe en el estómago. La anciana que lo cuidaba no lograba entender, pues ya casi no era consciente de lo que sucedía, era muy grande de edad.


¡No! ¡por favor! ¡Dios Mío, regrésame a mis amores! ¡No te las lleves así!! ¡las necesito!! Gritaba el hombre quien estaba arrodillado fuera de su casa…






Muy tarde llegaron los bomberos, no esperaban nada nuevo ese año en Navidad, creyeron que aquella llamada había sido una broma. Pero ahora están más que arrepentidos.
Lograron apagar el incendio antes de que toda la casa fuera destruida por el fuego, pero ningún potente chorro lograría apagar el gran dolor que el niño y el hombre sentían…






Fin de flashback






-Diablos… que… difícil- dijo el joven mientras acomodaba el árbol
--Sí… mucho




Terminaron de adornarlo; habían puesto esferas, muñequitos, un poco de escarcha y en la copa la correspondiente estrella… Sólo faltaban, las luces de colores.


-No… n-no puedo… hazlo tú- pidió el adulto mayor al muchacho
-Mejor… los dos
 Se pusieron de acuerdo y fueron acomodando, foquito por foquito en cada lugar del follaje plástico del árbol.


-Listo- dijeron al unísono
Y luego, con mucho temor, encendieron la serie de luces de colores.


Apagaron los focos de las otras habitaciones y se dedicaron a disfrutar unos minutos de la luminosidad perfecta que daba aquel árbol, se sentaron en el piso de la casa cerca del árbol navideño…


  Afuera había llegado un pequeño grupo de niños que cantaban villancicos.
  Estaban reconfortados los dos.
“Oh, las luces navideñas, tal vez me la traigan de vuelta…”
Sentían la presencia de aquellas dos, en la casa. El muchacho escuchaba la pequeña voz de su amiga vecina, el adulto escuchaba la de su esposa. Podían olerlas, podían sentir que los rozaban.


“Oh, luces de navidad, siguen alumbrando”


Lloraban de alegría. No sabían qué hacer, así que una rara fuerza los obligó a abrazarse. Eran compañeros de dolor, pero también de recuerdos…


“Tal vez todos mis problemas habrán desaparecido…Oh, esas luces navideñas siguen alumbrando, tal vez la traigan de vuelta a mí…”


Grandes campanadas de la iglesia cercana comenzaron a sonar. Ya eran las once de la noche… Sólo faltaba una hora para el conteo de regreso a las doce en punto y sería año nuevo.


Ambos se levantaron, encendieron las luces y el joven le mostró el volante de la gran fiesta de la calle Oxford. Sin pensarlo, el adulto mayor, tomó su vieja bufanda y salieron hacia donde aquella fiesta se encontraba…






10, 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1… FELIZ AÑO NUEVO!!






Gritaron todos en armonía y ellos dos se fundieron en un abrazo fraternal.