UN día nuevo. El segundo después de que te fueras y no te viera en la escuela. Decido quitarme aquellos dolores que me matan y calcinan por dentro para parecer feliz… o, algo parecido.
Vuelvo a esperarte en la entrada de la escuela, pensando que enserio, todo esto termine pronto. Sólo un día y ya sufría sin ti. Mejor me la llevo tranquila. Tal vez… te enfermaste y no puedes regresar, tu madre ha de estar quitándote la calentura por la gripe…
Prefiero pensar ese tipo de cosas en el segundo día sin ti, sabiendo que a partir de ahora estaré sola. Prefiero creer otras idioteces provenientes de mi propia imaginación que recordar aquél mensaje al que respondí ayer, sin haberlo mencionado antes.
El día pasa sin ti de nuevo, esto se vuelve algo monótono. A excepción de que otra compañera me saluda felicitando, y pregunta algo sobre mi cabello y yo respondo mecánicamente un “Sí”… Ella se va.
Entro de nuevo al desolado y frío salón del tercer piso. Todos me miran como si fuera un fenómeno.Está bien que sea algo diferente a ustedes, pero no me miren así. Dije por lo bajo.
De nuevo las clases comienzan, el único recuerdo físico que tengo presente de ti, es aquella “Larva vampiro” que dibujamos hace unos años juntas. Desdoblo el papel con cuidado de que los dobleces que ya antes fueron doblados y desdoblados al derecho y al revés, no se maltraten más.Las ganas de llorar que creí que tendría en ese momento nunca llegaron. “eres fuerte, más de lo que tu propia consciencia pudiera saber” me dijo una voz dentro.
*
De nuevo llego a casa muerta de tanta presión, sí, presión de nuevo. Porque cada vez que pasaban lista los maestros y mencionaban tu nombre, te nuevo me miraban como si yo mostrara tanto dolor, dado que yo nunca hago muecas tristes en frente de nadie más que no fuera mi propio reflejo.
-Eres tan… inexpresiva- me dijo en el receso nuestro amigo flacucho, ese que siempre nos hace reír, el mismo al que odias. —Sé que te sientes mal, al no saber nada de ella… Pero no muestras un poco de dolor. Parece que no la extrañas
A esto respondí que obviamente te extraño. Pero con frialdad, mi voz dijo que no te necesitaba, que las personas no eran necesitadas de ninguna forma, y no debían serlo… Que estaba mejor que nunca así.
Realmente no quise decirlo, es solo que… no me gusta que me digan lo que debo o no sentir. Es el mecanismo de “defensa” el que respondió por mí
Este mal recuerdo me revuelve el estómago. Siento náuseas y corro al sanitario. Poniéndome de cuclillas al inodoro, recojo mi cabello en forma de cola de caballo. Miro mi reflejo en el viejo azulejo. Me levanto un poco y me veo en el espejo, parezco un vampiro real… Estoy más pálida que mi ídolo en plena juventud cantando en medio del escenario.
Algo hace que mi cuerpo se convulsione de alguna forma para que mi estomago se comprima, involuntariamente lo que había desayunado sale de mi boca cuando ésta se abre sin que yo lo pida. NO me gusta hacer eso… hacía mucho que mi estómago no se sentía así.
NO te contaré mucho sobre la experiencia de “regurgitar” tu alimento, pero debo advertirte que es lo más horrible, y más cuando nadie está ahí para sostener tu cabello, o para decirte que “todo está bien… que lo dejes salir”
Después de eso, tomo el segundo baño de mi día.
Uso mi piyama y me pongo a trabajar en la tarea de historia. Porque, sabes que ella trabaja muy duro (la maestra) y siempre deja tarea…
La termino y voy a ver un programa en la televisión. Es un reality show. Es el único programa que logro ver durante el día.
*
Mamá y papá llegan del trabajo, mi hermana ya está terminando también la tarea, mi programa ha terminado. Voy a mi habitación y enciendo mi ipod. Recuerdo buenos momentos con esas canciones… Pienso en ti y en mí cuando ambas teníamos problemas fuertes, mientras “We´ll carry on” se repite con aquella voz que, siempre te he dicho, me salvó.
La canción termina y aún escucho esa Frase “We´ll carry on, you’ll carry on… Do or die, you´ll never break me because the world will never take my heart”
Recuerdo una vez más que no estuviste a mi lado mientras esos miles de ojos se posaban sobre mi persona cuando yo andaba por el pasillo del salón.
De Nuevo me guardo mis lágrimas para un buen momento. Pero este momento nunca llega, así como tú.
Pienso que todo estará bien para el siguiente día. Me prometo ser fuerte para mí, ya no más para ti ni ningún otro individuo. Trato de convencerme de que esas palabras “Hazlo o muere, nunca me quebrarás porque el mundo nunca tomará mi corazón” pueden ser verdad.
La batería de mi pequeño aparato se termina y me quedo dormida. Profundamente dormida, vuelvo a tener pesadillas como ayer. Por feas que sean, no logran hacerme llorar más que la noticia de tu partida.
*
Duermo profundo y… un grito agudo me despierta. Creí que era mi hermana, pero sólo era la vecina de arriba.
Estoy recostada en mi cama con piyama puesta. Pero lo raro es que ya estoy bien acomodada, y arropada con las cobijas, esto no lo hice yo. Me siento sobre mi cama, a mi lado se encuentra el único regalo de cumpleaños; un peluche de lobo cachorro, venido de mi tía. Lo abrazo con fuerza como si fuera una nena pequeña a quien le acabaran de quitar su dulce. Me siento sola en medio de tanta oscuridad. Tomé mi celular y lo encendí, la pantalla decía que ya eran las dos de la mañana. ¿Cuánto dormí?
No lo sé y no me importa. Esta noche es más fría que esos dos días sin ti en la escuela, en medio de tanta presión, tensión, palabras nunca dichas y tristeza para mí de parte de otros.
Un momento raro pasa por mi cabeza. Te veo diciéndome adiós. Mi imaginación comienza a trabajar en medio del umbral de la litera. Dices adiós con una mano mientras caminas alejándote de mí. Me imagino dando un grito con tu nombre. “No Pude Ser, Te Me vas y Ni una Caricia.”
Ese era el momento.
Las lágrimas se soltaron sin querer. Aquél aparatito que había estado escuchando hasta morir de sueño estaba a mi lado aún con el botón de encendido. Yo Seguía abrazando al único regalo que me han dado sin hipocresía.
Comencé a decir cosas al aire como si el viento pudiera llevar mis palabras hasta tus oídos.
Comencé con pedirte regresar. Lo dije miles de veces mientras mi voz se quebraba en casa ocasión repetida. Te decía que estaba harta de esta corta monotonía sin ti. Sin tu rostro-
Te dije cuanto extrañaba tus raros comentarios hacia otros, cuanto extrañaba esa risita traviesa que dedicabas a cada chiste. Le conté a mi subconsciente y a la nada cuánto te necesitaba, cuánto necesitaba que llegaras al colegio y me abrazaras y me dieras un saludo de Buenos Días. Dije cuánto quería que estuvieras conmigo, incluso prometí que daría lo que pudiera porque estuvieras aunque sea dos días enteros junto a mí.
Dije cosas que ya no recuerdo, cosas llenas de nostalgias, cada comentario estaba lleno de sollozos y lágrimas… Por suerte tenía un gran paquete de pañuelos en mi buró, lo acerqué y lo llevé a mi regazo para más comodidad.
Aún abrazaba a ese peluche, después de un rato ya estaba húmedo de tantas lagrimas caídas.
Una hora lloré. Tal vez un poco menos, pero me pareció eterna la noche pensando que era real ese mensaje. Pensando que tal vez tu padre ya no quisiera dejarte salir. Pensando que si llamaba de nuevo a tu casa, daría una mala impresión y causaría mucha incomodidad a tu madre si preguntaba por ti.
Te extrañé las noches de vacaciones, te extrañé dos noches anteriores, te extrañé la noche antes de esta, pero ésta misma noche te estoy extrañando más de lo que yo hubiera podido extrañar a alguien.
En serio necesito que por lo menos te presentes un segundo ante mi vista, pero sé que no lo harás. Al pensar esto un grito ahogado se queda en mi garganta.
Y esperando que al despertar no se me note el lloriqueo, trato de dormir recostándome de nuevo.
Y lo hago, esperando a otro día lleno de soledad. Porque sin ti me siento toda una idiota. Porque no soy muy sociable como tú, soy tan… fría con los demás, que los alejo. Soy tan sola que a veces me aplico demasiado a la escuela y parezco una tonta nerd… una tonta que en vez dedicarse a vivir la vida, se la pasa sentada en una mesa preguntándose que podría poner de final en una historia corta. Porque soy una idiota que se puso a contar historias sin haberme dado cuenta de lo que pasaba alrededor. Y te pido disculpas si alguna vez te hice sentir mal al ignorarte y seguir escribiendo mis cosas.
Sé que esa disculpa no vale. No vale para nada. Solo te hago perder tiempo y yo pierdo más mi voz.
Sé que al siguiente día sin ti en la escuela, mi voz quebrará si alguien me pregunta si te extraño. Así que trataré de no hablar.
Sé que me hago contradicciones.
No importa. Lo único que importa ahora, es que tendré buenas calificaciones… que mis padres estarán satisfechos con el trabajo que aporté… pero no sabrán de mi dolor. Sé que odias que escriba cosas largas. Sé que odias que dedique todas mis historias a los integrantes de mi banda favorita, pero no puedo hacer nada. Tú tampoco… Es igual que tu situación: yo no puedo hacer nada para que regreses y tú tampoco.
Sé tambien que yo soy la niña mas estupida en el mundo... Lo soy porque el unico lugar donde me siento bien es en mi casa... porqe el unico lugar donde logro ablar sin levantar sospechas de mis sentimientos es detras de una inutil pantalla.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario