Comenta o Gerard no besará a Frank nunca jamás
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(Ella)
Hoy Gerard, me dijo que debía visitar a su amigo Frank, pues su madre está enferma… No sabemos qué hacer… Frank ha sido el mejor amigo de él, pero por culpa de Robert, todo se complica. No podemos salir de aquí. Esto me está cansando. Vivir lo mismo todos los días es la peor pesadilla, y más cuando se escuchan patrullas rondando cerca de nuestro viejo escondite. Cuando esto sucede… aunque sea de día, Gerard se levanta espantado y me esconde en una caja de cartón… No es que yo sea pequeña, es que esa caja es gigante… de hecho, los dos cabemos bien…pero él siempre me protege así que en vez de ocultarse, Gerard, prefiere enfrentar al enemigo… Tiene varias armas guardadas.
Hemos estado bien estos ya tres meses. Pero ha comenzado a ocurrir lo que me temí, desde el primer día en que huí de casa: Las provisiones alimenticias comienzan a terminarse… Sabía que no duraríamos ni medio año así.
Gerard sigue dormido y no sé cómo le explicaré que no tenemos que comer… No creo que se enoje, solo se va a preocupar (como siempre) por mí. Aunque al principio yo pensaba que era un tonto por huir de esa manera, sigo creyendo que es mi salvador… Es muy amable con todos, menos con él mismo. Lo cual es algo triste, claramente se ve cómo es. Si alguien pudiera ver esta escena, parecería que yo soy una princesa y él mi esclavo. Yo tengo una linda cobija puesta encima, mientras que él solo duerme con su pantalón y una camiseta. Yo siempre debo comer más y él solo come una cuarta parte de lo que preparo para la única hora de comer: la cena. Parecemos un matrimonio, uno muy extraño. Extraño porque en la sociedad en la que vivimos no se ve que un hombre ceda a los deseos de su “esposa”; “siempre un hombre debe guiar a la familia” dicen los mayores siempre que ven algo como esta, mi situación. Ahora todos buscan a “la educada y muy hermosa señorita Cloudson” de hecho, mandaron a los ministros a buscar a Gerard para juzgarlo por secuestro… ¿secuestro? Lo cual no está muy bien, pues él no me ha secuestrado… Ahora por esto, todos nos buscan, pero los tontos no imaginan dónde estamos ahora…
Nuestra situación no es algo que todas las personas vivan. Imagínense: Una muchacha a punto de casarse es “raptada” por el enemigo de su prometido. “La esconde” y él por inercia debe ser juzgado por “presunto secuestro” de una de las damas más prestigiadas de la ciudad. Viven en un desván y nadie lo sabe… Los dos “sufren” sin alimentos y sin algo con que cubrirse en los días fríos. Pero están muy bien unidos porque al final, ella se enamora perdidamente de su secuestrador, mientras que él no lo sabe y sólo la mantiene escondida para asustar a sus seres queridos.
Porque no creo que Gerard esté enamorado de mí, sería extraño que a la persona que amas la secuestres… Y sería aún más extraño estar enamorada de alguien que te priva de tu libertad, es por esto que no tengo las agallas de decirle lo que siento… No todavía.
(13-10-10)
Hoy, llegó en la noche un amigo de él. No sé como supo que estábamos aquí, pero llegó… Me desperté del ruido que hizo al abrir la chirriante puerta… Gerard se preocupó por ello y me ayudó a levantarme:
-¿Qué hace?
-Me levanto… ¿Qué más puedo hacer? No soy mala anfitriona y por eso no recibo a mi visita acostada señor.
-Bueno. ¿Le ayudo?
-No gracias…- interrumpió mi agradecimiento de cortesía, tomándome de la espalda y levantando mi torso. Es tan lindo cuando se preocupa… Pero no quiero ser un estorbo para él, pues ya tiene muchas preocupaciones…
Era una de las pocas veces que hablábamos… Ya extrañaba su voz.
-¿Qué pasa amigo?- saluda Frank a Gerard dándole un fuerte abrazo de hermanos.
-Pues... Nada aquí seguimos escondidos…
- ¿Cómo han estado?
- Bien gracias… Y ¿tu mamá está mejor?
- Sí… gracias por preocuparte hermano. Solo fue un susto… Pero no tan grande como el que nos has dado a todos. Pero dime ¿Quién es esta acompañante tuya tan bella?- pregunta su amigo viéndome con ojos amables…
-Pues soy…
-Es la señorita que rapté… Bueno, en realidad ella decidió quedarse… Yo insistí en que huyera y regresara… Bien… eso no importa.
-No, no importa, el punto es que señor, me interrumpe… Mire señor…
-Iero…. Frank Iero
-Señor Iero. Yo soy la señorita… Cloudson.—Diablos. Debo dejar de mentir… Algún día tendrán que saber mi verdad
-O_O ¿Cloudson?... ¿usted es la señorita que aparece en los diarios?
-¿yo estoy en los diarios?...
-sí, su padre la busca… Creo que su madre estaba tan deprimida que duerme todo el día.
-Mis padres…
-Yo le dije señorita Cloudson que debía regresar a su hogar… Pero quiso quedarse… si quiere puede irse.
-No… No me iré… Por mi culpa está aquí, Way.
-Bueno. Ya cálmense. Sólo vine a traerles algo.- dijo empujando detrás de una caja grande.
-¿Qué es todo esto hermano?
- Provisiones.
-Muchas gracias señor...- Le digo dándole una sonrisa gigante…fiu. Nos salvó del hambre, duramos como una semana sin comer.
-De nada señorita. Es lo menos que puedo hacer por una mujer tan prestigiada como usted.
-Ah, bueno Frank, muchas gracias.
-Y miren. Traje más frazadas calientes para ustedes. El otoño viene, después el invierno, aquí se pone muy canijo y no quiero que se me enfermen.- dijo orgulloso de sí mismo por haber adivinado nuestro sufrimiento. Y después sonrió de una manera amable como lo hizo desde que llegó a este desván olvidado. Le devolví la sonrisa…
De repente las patrullas de los vigilantes comenzaron a sonar cerca. Frank salió disparado de nuestro escondite diciendo adiós con la mano y con la boca un “Hasta luego muchachos!”
Mientras Gerard yo, la mentirosa, nos quedamos viendo en la penumbra del lugar
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