Comenta o Gerard no besará a Frank nunca jamás
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Capitulo 5
"UN momento contigo"
(Gerard)
Comienza a hacer más frio… Lo bueno es que Frank vino una noche y nos trajo dos grandes y tibias mantas…
Ese día conoció a La señorita Cloudson… Sí, la muchacha que decidió apresarse conmigo… La cual, su nombre no conozco, pero sé que es hermosa como una bailarina.
También Frank fue la única solución para el hambre que pasamos una semana.
La miro dormir, como siempre. Es como un tierno bebé tranquilo en su cuna llena de silencio.
Últimamente los días en los que se supone, debo dormir mientras ella vigila, me hago el que está dormido y solo la observo. Veo esa añoranza de poder salir de aquí… Veo que extraña el exterior. Pero ella quiere quedarse, no entiendo la razón, no quiere explicarme, cada vez que le pregunto me evade y se sonroja. Uh, las mujeres, no las entiendo mucho… Es que ¿quién se sonroja cuando le preguntas por qué quiere quedarse con un maldito pobre que se atrevió a secuestrarla? Ella normalmente no es extraña, es muy completa, no es perfeccionista, pero siempre trata de ser ordenada “que lindos modales tiene…” pienso. Ha de haber tenido buen dinero antes de que yo llegara y le arruinara la vida escondiéndola conmigo… Soy un prófugo y ella me siguió. Debí haber insistido que huyera lejos de mí…Pero noo yo sé que deseaba por dentro quedarme con ella, fui un tonto y por eso ella sufre aquí viviendo en la misma pocilga que un desconocido quien quería asesinar a su prometido.
Pero juro que ese McCracken me las pagará.
Mientras sigo pensando en tonterías… Ella sigue viendo la ventanita, como desde que llegamos. Enserio, me siento mal por ella, no es lástima, es odio hacia mí mismo por ser tan tonto…
Casi nunca hablamos. A veces, cuando escuchamos que alguien está cerca, debemos estar muy quietos, pues cualquier ruidito podría hacer que descubrieran nuestro “nuevo hogar” si es que así se le puede llamar. Lo único que hacemos es sonreír a veces, ella a mí y yo a ella, solo para darnos seguridad, o por lo menos es por eso que yo le sonrío. A veces se nota su preocupación hacia mí, no entiendo la razón de esto tampoco, no sé qué es lo que piensa, me siento mal por no ser un adivino y lograr saber qué piensa, y siente hacia mí… ¿será repulsión? ¿Odio? ¿Tiene ganas de matarme? ¿Lástima por mi estupidez? ¡¿Qué?!
Somos como mimos viviendo en un matrimonio diferente a los comunes. Odio tener que mover tanto la boca para gesticular las palabras que deseo decirle… hay muchas veces en las que ella se ríe en silencio por mis caras…
"No tiene hambre?" le digo moviendo los labios exageradamente, y ella responde de la misma manera "En un rato comemos" y esboza una sonrisa.
Sus sonrisas son las que hacen que una punzada extraña pase por mi estómago, como un piquete diciendo"Advertencia, lindura detectada" o algo parecido. Luego de ese sentimiendo en mí, la sangre de mi corazón bombea con más fuerza de lo normal y hace que mis palidos pómulos tomen ese color rosado. Entonces es ahí cuando ella piensa qe es por el frío y me tapa susurrando "Toma, no sufrirás de frío de nuevo" y vuelve a sonreir.
Todo esto se vuelve una aburrida monotonía, tan aburrida que hay veces en las que no me interesa mucho el ruido que ocasiono al cantar. Bueno, solo tarareo una melodía.
Al parecer la melodía que he tarareado yo hoy, la conoce ella y se sonroja, de nuevo lo hace SE SONROJA. Sonrojada es más linda, más tierna que un oso rosado de eluche lleno de besitos. o.O ok, eso sonó algo... raro. En fin, su tono de piel se vuelve rosado tanto en las mejillas como en la barbilla. Sus rasgados ojos brillan y, como simepre, sus labios se curvan hacia arriba...
Yo sigo tarareando el vals "Delfín Azul"... y cuando llego al clímax más romántico de la melodía es donde me doy cuenta que no lo hago solo y su voz de pajarillo me acompaña con coritos extraños.
Termina la canción y es así como termina nuestro día. Llega la hora de dejar los platos en la cubeta de agua a que se remojen, llega la hora de que los lápices dejen de escribir, que las botas de trabajo de dejen olvidadas por un rato en el suelo al lado del buró... llega el momento de apagar las lamparas y el momento de olvidarnos de la canción...
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11 jun 2011
5 jun 2011
*El desván* capitulo 4 "Una visita"
Comenta o Gerard no besará a Frank nunca jamás
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(Ella)
Hoy Gerard, me dijo que debía visitar a su amigo Frank, pues su madre está enferma… No sabemos qué hacer… Frank ha sido el mejor amigo de él, pero por culpa de Robert, todo se complica. No podemos salir de aquí. Esto me está cansando. Vivir lo mismo todos los días es la peor pesadilla, y más cuando se escuchan patrullas rondando cerca de nuestro viejo escondite. Cuando esto sucede… aunque sea de día, Gerard se levanta espantado y me esconde en una caja de cartón… No es que yo sea pequeña, es que esa caja es gigante… de hecho, los dos cabemos bien…pero él siempre me protege así que en vez de ocultarse, Gerard, prefiere enfrentar al enemigo… Tiene varias armas guardadas.
Hemos estado bien estos ya tres meses. Pero ha comenzado a ocurrir lo que me temí, desde el primer día en que huí de casa: Las provisiones alimenticias comienzan a terminarse… Sabía que no duraríamos ni medio año así.
Gerard sigue dormido y no sé cómo le explicaré que no tenemos que comer… No creo que se enoje, solo se va a preocupar (como siempre) por mí. Aunque al principio yo pensaba que era un tonto por huir de esa manera, sigo creyendo que es mi salvador… Es muy amable con todos, menos con él mismo. Lo cual es algo triste, claramente se ve cómo es. Si alguien pudiera ver esta escena, parecería que yo soy una princesa y él mi esclavo. Yo tengo una linda cobija puesta encima, mientras que él solo duerme con su pantalón y una camiseta. Yo siempre debo comer más y él solo come una cuarta parte de lo que preparo para la única hora de comer: la cena. Parecemos un matrimonio, uno muy extraño. Extraño porque en la sociedad en la que vivimos no se ve que un hombre ceda a los deseos de su “esposa”; “siempre un hombre debe guiar a la familia” dicen los mayores siempre que ven algo como esta, mi situación. Ahora todos buscan a “la educada y muy hermosa señorita Cloudson” de hecho, mandaron a los ministros a buscar a Gerard para juzgarlo por secuestro… ¿secuestro? Lo cual no está muy bien, pues él no me ha secuestrado… Ahora por esto, todos nos buscan, pero los tontos no imaginan dónde estamos ahora…
Nuestra situación no es algo que todas las personas vivan. Imagínense: Una muchacha a punto de casarse es “raptada” por el enemigo de su prometido. “La esconde” y él por inercia debe ser juzgado por “presunto secuestro” de una de las damas más prestigiadas de la ciudad. Viven en un desván y nadie lo sabe… Los dos “sufren” sin alimentos y sin algo con que cubrirse en los días fríos. Pero están muy bien unidos porque al final, ella se enamora perdidamente de su secuestrador, mientras que él no lo sabe y sólo la mantiene escondida para asustar a sus seres queridos.
Porque no creo que Gerard esté enamorado de mí, sería extraño que a la persona que amas la secuestres… Y sería aún más extraño estar enamorada de alguien que te priva de tu libertad, es por esto que no tengo las agallas de decirle lo que siento… No todavía.
(13-10-10)
Hoy, llegó en la noche un amigo de él. No sé como supo que estábamos aquí, pero llegó… Me desperté del ruido que hizo al abrir la chirriante puerta… Gerard se preocupó por ello y me ayudó a levantarme:
-¿Qué hace?
-Me levanto… ¿Qué más puedo hacer? No soy mala anfitriona y por eso no recibo a mi visita acostada señor.
-Bueno. ¿Le ayudo?
-No gracias…- interrumpió mi agradecimiento de cortesía, tomándome de la espalda y levantando mi torso. Es tan lindo cuando se preocupa… Pero no quiero ser un estorbo para él, pues ya tiene muchas preocupaciones…
Era una de las pocas veces que hablábamos… Ya extrañaba su voz.
-¿Qué pasa amigo?- saluda Frank a Gerard dándole un fuerte abrazo de hermanos.
-Pues... Nada aquí seguimos escondidos…
- ¿Cómo han estado?
- Bien gracias… Y ¿tu mamá está mejor?
- Sí… gracias por preocuparte hermano. Solo fue un susto… Pero no tan grande como el que nos has dado a todos. Pero dime ¿Quién es esta acompañante tuya tan bella?- pregunta su amigo viéndome con ojos amables…
-Pues soy…
-Es la señorita que rapté… Bueno, en realidad ella decidió quedarse… Yo insistí en que huyera y regresara… Bien… eso no importa.
-No, no importa, el punto es que señor, me interrumpe… Mire señor…
-Iero…. Frank Iero
-Señor Iero. Yo soy la señorita… Cloudson.—Diablos. Debo dejar de mentir… Algún día tendrán que saber mi verdad
-O_O ¿Cloudson?... ¿usted es la señorita que aparece en los diarios?
-¿yo estoy en los diarios?...
-sí, su padre la busca… Creo que su madre estaba tan deprimida que duerme todo el día.
-Mis padres…
-Yo le dije señorita Cloudson que debía regresar a su hogar… Pero quiso quedarse… si quiere puede irse.
-No… No me iré… Por mi culpa está aquí, Way.
-Bueno. Ya cálmense. Sólo vine a traerles algo.- dijo empujando detrás de una caja grande.
-¿Qué es todo esto hermano?
- Provisiones.
-Muchas gracias señor...- Le digo dándole una sonrisa gigante…fiu. Nos salvó del hambre, duramos como una semana sin comer.
-De nada señorita. Es lo menos que puedo hacer por una mujer tan prestigiada como usted.
-Ah, bueno Frank, muchas gracias.
-Y miren. Traje más frazadas calientes para ustedes. El otoño viene, después el invierno, aquí se pone muy canijo y no quiero que se me enfermen.- dijo orgulloso de sí mismo por haber adivinado nuestro sufrimiento. Y después sonrió de una manera amable como lo hizo desde que llegó a este desván olvidado. Le devolví la sonrisa…
De repente las patrullas de los vigilantes comenzaron a sonar cerca. Frank salió disparado de nuestro escondite diciendo adiós con la mano y con la boca un “Hasta luego muchachos!”
Mientras Gerard yo, la mentirosa, nos quedamos viendo en la penumbra del lugar
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(Ella)
Hoy Gerard, me dijo que debía visitar a su amigo Frank, pues su madre está enferma… No sabemos qué hacer… Frank ha sido el mejor amigo de él, pero por culpa de Robert, todo se complica. No podemos salir de aquí. Esto me está cansando. Vivir lo mismo todos los días es la peor pesadilla, y más cuando se escuchan patrullas rondando cerca de nuestro viejo escondite. Cuando esto sucede… aunque sea de día, Gerard se levanta espantado y me esconde en una caja de cartón… No es que yo sea pequeña, es que esa caja es gigante… de hecho, los dos cabemos bien…pero él siempre me protege así que en vez de ocultarse, Gerard, prefiere enfrentar al enemigo… Tiene varias armas guardadas.
Hemos estado bien estos ya tres meses. Pero ha comenzado a ocurrir lo que me temí, desde el primer día en que huí de casa: Las provisiones alimenticias comienzan a terminarse… Sabía que no duraríamos ni medio año así.
Gerard sigue dormido y no sé cómo le explicaré que no tenemos que comer… No creo que se enoje, solo se va a preocupar (como siempre) por mí. Aunque al principio yo pensaba que era un tonto por huir de esa manera, sigo creyendo que es mi salvador… Es muy amable con todos, menos con él mismo. Lo cual es algo triste, claramente se ve cómo es. Si alguien pudiera ver esta escena, parecería que yo soy una princesa y él mi esclavo. Yo tengo una linda cobija puesta encima, mientras que él solo duerme con su pantalón y una camiseta. Yo siempre debo comer más y él solo come una cuarta parte de lo que preparo para la única hora de comer: la cena. Parecemos un matrimonio, uno muy extraño. Extraño porque en la sociedad en la que vivimos no se ve que un hombre ceda a los deseos de su “esposa”; “siempre un hombre debe guiar a la familia” dicen los mayores siempre que ven algo como esta, mi situación. Ahora todos buscan a “la educada y muy hermosa señorita Cloudson” de hecho, mandaron a los ministros a buscar a Gerard para juzgarlo por secuestro… ¿secuestro? Lo cual no está muy bien, pues él no me ha secuestrado… Ahora por esto, todos nos buscan, pero los tontos no imaginan dónde estamos ahora…
Nuestra situación no es algo que todas las personas vivan. Imagínense: Una muchacha a punto de casarse es “raptada” por el enemigo de su prometido. “La esconde” y él por inercia debe ser juzgado por “presunto secuestro” de una de las damas más prestigiadas de la ciudad. Viven en un desván y nadie lo sabe… Los dos “sufren” sin alimentos y sin algo con que cubrirse en los días fríos. Pero están muy bien unidos porque al final, ella se enamora perdidamente de su secuestrador, mientras que él no lo sabe y sólo la mantiene escondida para asustar a sus seres queridos.
Porque no creo que Gerard esté enamorado de mí, sería extraño que a la persona que amas la secuestres… Y sería aún más extraño estar enamorada de alguien que te priva de tu libertad, es por esto que no tengo las agallas de decirle lo que siento… No todavía.
(13-10-10)
Hoy, llegó en la noche un amigo de él. No sé como supo que estábamos aquí, pero llegó… Me desperté del ruido que hizo al abrir la chirriante puerta… Gerard se preocupó por ello y me ayudó a levantarme:
-¿Qué hace?
-Me levanto… ¿Qué más puedo hacer? No soy mala anfitriona y por eso no recibo a mi visita acostada señor.
-Bueno. ¿Le ayudo?
-No gracias…- interrumpió mi agradecimiento de cortesía, tomándome de la espalda y levantando mi torso. Es tan lindo cuando se preocupa… Pero no quiero ser un estorbo para él, pues ya tiene muchas preocupaciones…
Era una de las pocas veces que hablábamos… Ya extrañaba su voz.
-¿Qué pasa amigo?- saluda Frank a Gerard dándole un fuerte abrazo de hermanos.
-Pues... Nada aquí seguimos escondidos…
- ¿Cómo han estado?
- Bien gracias… Y ¿tu mamá está mejor?
- Sí… gracias por preocuparte hermano. Solo fue un susto… Pero no tan grande como el que nos has dado a todos. Pero dime ¿Quién es esta acompañante tuya tan bella?- pregunta su amigo viéndome con ojos amables…
-Pues soy…
-Es la señorita que rapté… Bueno, en realidad ella decidió quedarse… Yo insistí en que huyera y regresara… Bien… eso no importa.
-No, no importa, el punto es que señor, me interrumpe… Mire señor…
-Iero…. Frank Iero
-Señor Iero. Yo soy la señorita… Cloudson.—Diablos. Debo dejar de mentir… Algún día tendrán que saber mi verdad
-O_O ¿Cloudson?... ¿usted es la señorita que aparece en los diarios?
-¿yo estoy en los diarios?...
-sí, su padre la busca… Creo que su madre estaba tan deprimida que duerme todo el día.
-Mis padres…
-Yo le dije señorita Cloudson que debía regresar a su hogar… Pero quiso quedarse… si quiere puede irse.
-No… No me iré… Por mi culpa está aquí, Way.
-Bueno. Ya cálmense. Sólo vine a traerles algo.- dijo empujando detrás de una caja grande.
-¿Qué es todo esto hermano?
- Provisiones.
-Muchas gracias señor...- Le digo dándole una sonrisa gigante…fiu. Nos salvó del hambre, duramos como una semana sin comer.
-De nada señorita. Es lo menos que puedo hacer por una mujer tan prestigiada como usted.
-Ah, bueno Frank, muchas gracias.
-Y miren. Traje más frazadas calientes para ustedes. El otoño viene, después el invierno, aquí se pone muy canijo y no quiero que se me enfermen.- dijo orgulloso de sí mismo por haber adivinado nuestro sufrimiento. Y después sonrió de una manera amable como lo hizo desde que llegó a este desván olvidado. Le devolví la sonrisa…
De repente las patrullas de los vigilantes comenzaron a sonar cerca. Frank salió disparado de nuestro escondite diciendo adiós con la mano y con la boca un “Hasta luego muchachos!”
Mientras Gerard yo, la mentirosa, nos quedamos viendo en la penumbra del lugar
4 jun 2011
*El desván* capitulo 3 "Estoy enamorada"
Comenta o Gerard no besará a Frank nunca jamás
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(narra ella)
Hoy, yo sigo pensando en cuando terminará esta pesadilla… Cada día yo solo añoro huir con él… Añoro dejar y olvidar todo lo que hemos pasado… Gerard siempre me dice que hubiera sido mejor si no lo seguía… Que todo sería diferente si yo no hubiera dejado a Robert por él… Pero Lamentablemente yo siempre sigo al corazón. Antes, me iba a casar con Robert porque mis padres me dijeron que era bueno casarse con alguien adinerado… Pero a mí nunca me interesó Robert ni físicamente ni tampoco por su capital. La verdad es que su familia, siempre vivió de lujos y lo mejor del mundo. Mientras yo y mis padres vivimos siempre en medio de la miseria y la riqueza… Mi madre se hacía la mártir diciendo que no teníamos para comer cuando siempre tuvimos dinero…nada más que ella quería ahorrarlo para algún día llegar a ser tan ricos como los McCracken , pero nunca lo logramos. Ahora ellos están muy preocupados imaginando “donde podre estar ahora?” “¿Qué podre estar haciendo, ya me he dormido?, ¿ya habré comido?”… si tan solo supieran que no me importa el hambre con tal de estar con él, mi dulce secuestrador. Desde que lo conozco me ha dado seguridad aunque él diga que ha lastimado gente…aunque diga que es “la peor escoria del universo”… El hizo un dibujo de mí en un lindo paisaje, y todavía lo conservo… aunque no recuerda, yo siempre lo he conocido…Su madre y la mía eran amigas… él nunca estuvo entusiasmado en ir a la escuela, así que su madre le pagaba un maestro particular… a veces nos visitaban, pero cuando teníamos 11 su padre falleció, y no lo volví a ver… hasta ese día… El día en que Robert me pidió casarme con él. Ese día Gerard llegó con una pistola… La cual, ahora sé, nunca cargó balas… Gerard le apuntó, desde una mediana distancia, en la cabeza diciéndole cosas como:”Ya devuélveme el dinero que debes, pagarás el daño que nos hiciste maldito” y Robert como todo orgulloso comenzó a subestimarlo y a ofenderlo… Gerard por su parte se puso enojadísimo y nervioso… entonces volteó a ver a todos los de la “ceremonia” y después postro su mirada específicamente en mí… en ese momento fue cuando recordé que alguna vez lo vi antes. Él me tomó del brazo y por obvia reacción, grité. Él me tapó la boca… Y amenazó con matarme si Robert no le daba lo que quería… Me puso la pistola en el cuello…Tenía pánico, pero después de haber estado tan cerca de él, yo dejé de gritar y me sentí segura en su pecho… Aunque me estuviera apuntando con esa arma mortal metálica…
Mi prometido, sólo le gritaba a Gerard que me dejara en paz… Mi familia hacía lo mismo, pero nadie se atrevía a moverse.
La escena era un tanto graciosa: Gerard y mi prometido gritándose tontería y media, cada uno alejado del otro por unos tres metros… Mi madre y padre preocupados, también mis “próximos suegros” gritaban de desesperación, todos estaban muy nerviosos, pero lo chistoso es que yo no. Como dije, Gerard me daba seguridad, su cuerpo era algo cálido en comparación a lo que se veía físicamente… Él usaba un suéter Azul marino, con unos pants del mismo color, parecía uniforme. Tenía un rico olor a café, combinado con un cigarrillo, siempre fue un vicioso…un lindo vicioso.
Esto pasó hace cuatro meses, tenemos solo 18 años…Se imaginan? Mis padres me hubieran dejado casarme muy joven y dejar mi vida de un lado para ser el ama de casa de Robert… Se nota que me aman… Que feo nombre hubiera tenido desde mi boda “ La señora McCracken” , prefiero mil veces ser apuñalada que casarme con ese hombre tan ambicioso… Por suerte, el señor Way, apareció en mi casi destrozada vida y la salvó… Por suerte vivo ahora con él… Por suerte mi vida no terminó…
Gerard me revivió. Revivió mis sueños anhelados, esos sueños que mis padres me arrebataron cuando me dijeron que debía ser la señora de McCracken… Gerard siempre ha sido mi salvador, aunque ésta vez, no se vea así, él salvó mis sueños y mis pensamientos que estaban muy hundidos y escondidos gracias a que mi sociedad es una muy reprimida…
Son como las once de la mañana... EL día esta nublado, como siempre ha sido en esta vieja ciudad en el país de Inglaterra. Vivimos al norte así que cualquiera puede imaginar las duras circunstancias en la que vivimos ahora mismo este personaje y yo. Imaginar el terrible frío que pasamos en este maldito desvan. Un desvan que, debo reconocer, se me hace un tanto familiar, no entiendo la razón, pues el unico desvan que recuerdo haber visto ha sido el mío...
Ahora, veo a mi salvador dormir como un pálido bebé… Está casi roncando… Es muy lindo
Gerard siempre ha querido cuidarme. Yo al principio pensé que era un desgraciado, pero poco a poco, me fui dando cuenta que no es mas que un chico de mi edad jugando a ser un delincuente...
-Te quiero Gerard, siempre lo haré, no importa lo que me digas…- le susurro al oído mientras él hace muecas mientras sueña. Le doy un beso en su fría y suave mejilla y decido abrir esa ventana por la cual, desearía salir de inmediato con mi pálido salvador.
Después de un rato, comienza el frío de nuevo, y cierro la ventanita de éste olvidado desván. Me siento cerca de este pequeño cristal, para lograr ver el exterior… el mundo al que desde hace meses no voy… El mundo que quiere matarnos… O, más bien, el mundo que nunca logrará hacerlo, mientras mi amor y yo sigamos unidos aquí… Mientras él y yo no peleemos y nunca seamos débiles…
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(narra ella)
Hoy, yo sigo pensando en cuando terminará esta pesadilla… Cada día yo solo añoro huir con él… Añoro dejar y olvidar todo lo que hemos pasado… Gerard siempre me dice que hubiera sido mejor si no lo seguía… Que todo sería diferente si yo no hubiera dejado a Robert por él… Pero Lamentablemente yo siempre sigo al corazón. Antes, me iba a casar con Robert porque mis padres me dijeron que era bueno casarse con alguien adinerado… Pero a mí nunca me interesó Robert ni físicamente ni tampoco por su capital. La verdad es que su familia, siempre vivió de lujos y lo mejor del mundo. Mientras yo y mis padres vivimos siempre en medio de la miseria y la riqueza… Mi madre se hacía la mártir diciendo que no teníamos para comer cuando siempre tuvimos dinero…nada más que ella quería ahorrarlo para algún día llegar a ser tan ricos como los McCracken , pero nunca lo logramos. Ahora ellos están muy preocupados imaginando “donde podre estar ahora?” “¿Qué podre estar haciendo, ya me he dormido?, ¿ya habré comido?”… si tan solo supieran que no me importa el hambre con tal de estar con él, mi dulce secuestrador. Desde que lo conozco me ha dado seguridad aunque él diga que ha lastimado gente…aunque diga que es “la peor escoria del universo”… El hizo un dibujo de mí en un lindo paisaje, y todavía lo conservo… aunque no recuerda, yo siempre lo he conocido…Su madre y la mía eran amigas… él nunca estuvo entusiasmado en ir a la escuela, así que su madre le pagaba un maestro particular… a veces nos visitaban, pero cuando teníamos 11 su padre falleció, y no lo volví a ver… hasta ese día… El día en que Robert me pidió casarme con él. Ese día Gerard llegó con una pistola… La cual, ahora sé, nunca cargó balas… Gerard le apuntó, desde una mediana distancia, en la cabeza diciéndole cosas como:”Ya devuélveme el dinero que debes, pagarás el daño que nos hiciste maldito” y Robert como todo orgulloso comenzó a subestimarlo y a ofenderlo… Gerard por su parte se puso enojadísimo y nervioso… entonces volteó a ver a todos los de la “ceremonia” y después postro su mirada específicamente en mí… en ese momento fue cuando recordé que alguna vez lo vi antes. Él me tomó del brazo y por obvia reacción, grité. Él me tapó la boca… Y amenazó con matarme si Robert no le daba lo que quería… Me puso la pistola en el cuello…Tenía pánico, pero después de haber estado tan cerca de él, yo dejé de gritar y me sentí segura en su pecho… Aunque me estuviera apuntando con esa arma mortal metálica…
Mi prometido, sólo le gritaba a Gerard que me dejara en paz… Mi familia hacía lo mismo, pero nadie se atrevía a moverse.
La escena era un tanto graciosa: Gerard y mi prometido gritándose tontería y media, cada uno alejado del otro por unos tres metros… Mi madre y padre preocupados, también mis “próximos suegros” gritaban de desesperación, todos estaban muy nerviosos, pero lo chistoso es que yo no. Como dije, Gerard me daba seguridad, su cuerpo era algo cálido en comparación a lo que se veía físicamente… Él usaba un suéter Azul marino, con unos pants del mismo color, parecía uniforme. Tenía un rico olor a café, combinado con un cigarrillo, siempre fue un vicioso…un lindo vicioso.
Esto pasó hace cuatro meses, tenemos solo 18 años…Se imaginan? Mis padres me hubieran dejado casarme muy joven y dejar mi vida de un lado para ser el ama de casa de Robert… Se nota que me aman… Que feo nombre hubiera tenido desde mi boda “ La señora McCracken” , prefiero mil veces ser apuñalada que casarme con ese hombre tan ambicioso… Por suerte, el señor Way, apareció en mi casi destrozada vida y la salvó… Por suerte vivo ahora con él… Por suerte mi vida no terminó…
Gerard me revivió. Revivió mis sueños anhelados, esos sueños que mis padres me arrebataron cuando me dijeron que debía ser la señora de McCracken… Gerard siempre ha sido mi salvador, aunque ésta vez, no se vea así, él salvó mis sueños y mis pensamientos que estaban muy hundidos y escondidos gracias a que mi sociedad es una muy reprimida…
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Son como las once de la mañana... EL día esta nublado, como siempre ha sido en esta vieja ciudad en el país de Inglaterra. Vivimos al norte así que cualquiera puede imaginar las duras circunstancias en la que vivimos ahora mismo este personaje y yo. Imaginar el terrible frío que pasamos en este maldito desvan. Un desvan que, debo reconocer, se me hace un tanto familiar, no entiendo la razón, pues el unico desvan que recuerdo haber visto ha sido el mío...
Ahora, veo a mi salvador dormir como un pálido bebé… Está casi roncando… Es muy lindo
Gerard siempre ha querido cuidarme. Yo al principio pensé que era un desgraciado, pero poco a poco, me fui dando cuenta que no es mas que un chico de mi edad jugando a ser un delincuente...
-Te quiero Gerard, siempre lo haré, no importa lo que me digas…- le susurro al oído mientras él hace muecas mientras sueña. Le doy un beso en su fría y suave mejilla y decido abrir esa ventana por la cual, desearía salir de inmediato con mi pálido salvador.
Después de un rato, comienza el frío de nuevo, y cierro la ventanita de éste olvidado desván. Me siento cerca de este pequeño cristal, para lograr ver el exterior… el mundo al que desde hace meses no voy… El mundo que quiere matarnos… O, más bien, el mundo que nunca logrará hacerlo, mientras mi amor y yo sigamos unidos aquí… Mientras él y yo no peleemos y nunca seamos débiles…
2 jun 2011
*El desván* capitulo 2 (there's Nothing but the rain)
Comenta o Gerard no besará a Frank nunca jamás
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°°There's nothing but the rain°°
Ya llevamos casi dos meses escondidos. Ella sigue temblando… Yo a veces la arropo con la única cobija que hay en este lugar, pero ella se la quita y me pide que yo la use… Que yo debería cubrirme, porque según ella, yo ya he sufrido mucho, después de tanto tiempo peleando… ella se duerme y por fin logro cubrirla…
Un día casi soleado, ella encontró un colchón…la verdad no sé de donde porque yo estaba dormido… y no me quiso decir. En las noches yo vigilo que ninguno de ellos venga y ella duerme… en los días ella vigila y yo descanso.
En fin, lo días pasan y ni uno se salva de estar lleno de misterio y preocupación.
A veces odio mucho a la vida por hacerme un monstruo. Pero otras, le agradezco, porque de no haber sucedido, nunca hubiera conocido a esta mujer.
Pero…¿Por qué tuvo que ser así? ¿Por qué tuvo que conocerme de esta manera?... Si ya estaba comprometida y podía vivir de otra manera, pero nooo, tuvo que aparecer el señor Way en su tan refinada y buena vida…Quiso seguirme a mí…Gerard Way la peor escoria en el mundo!! Yo siempre tengo la culpa del sufrimiento de las personas…
Aunque, pensándolo bien…no es toda mi culpa… Sí es culpa de la vida… porque si su maridito no hubiera sido mi peor enemigo, todo esto no pasaría. Oh señorita Cloudson, si tan solo no me hubiera seguido, o si tan solo se hubiera dado cuenta de lo que él, su prometido, era y es en realidad, su historia no sería esta.
Mientras pienso todo esto ella se mueve un poco entre la acogedora cobija.
Esta bien, dejemos de pensar en el pasado, como diría mi madre…” Hay que vivir en el presente, porque el pasado siempre queda atrás, y ahí es donde no debemos mirar durante el camino de nuestras vidas.”
Comenzó el viento de nuevo… ya está lloviendo un poco… ¿de dónde saldrá este frio?- Pienso para mí mismo y vuelvo la cabeza a ver la ventanita que ella siempre mira… Y me doy cuenta que ella la abrió…porque yo no pude haber hecho eso…no me gusta el sol… -tal vez por el día soleado ella abrió en la mañana esa pequeña abertura… - Sigo pensando mientras trato de levantarme con cuidado para no despertarla. Hoy ha sido un día duro para ella, aunque no somos nada, quiso preparar un gran banquete, a comparación de las miserias que por culpa mia comemos, ella me despertó en la tarde y me dio esa sorpresa tan linda. –Te quiero demasiado, eres como un ángel delicado y muy lindo.- le digo mientras me dirijo a la ventana. Ella no sabe sobre mis sentimientos, y espero nunca lo haga… sería tonto secuestrar a tu amor… No puedo creer que apenas llevamos unos meses viviendo así y me he enamorado inmediatamente. No sé muy bien de que, pero sé que ya no quiero que se valla, siendo egoísta, preferiria que se quedase conmigo hasta la muerte. Pero pensando o tan solo imaginar el sufrimiento que puede pasar ella al estar conmigo, tambien quisiera que se fuese lo mas pronto posible aunque me duela... Lo sé, soy un extraño dilema.
Llegué por fin a ese hueco que nos daba frío. Y de un buen jalón logré cerrarle. Después de esto, comenzó a llover estruendosamente, no importó, ella ya no tenía frío, ni siquiera yo. Ella seguía tranquila soñando en medio del colchón y otra vez logré cubrirla con esa cobija.
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°°There's nothing but the rain°°
Ya llevamos casi dos meses escondidos. Ella sigue temblando… Yo a veces la arropo con la única cobija que hay en este lugar, pero ella se la quita y me pide que yo la use… Que yo debería cubrirme, porque según ella, yo ya he sufrido mucho, después de tanto tiempo peleando… ella se duerme y por fin logro cubrirla…
Un día casi soleado, ella encontró un colchón…la verdad no sé de donde porque yo estaba dormido… y no me quiso decir. En las noches yo vigilo que ninguno de ellos venga y ella duerme… en los días ella vigila y yo descanso.
En fin, lo días pasan y ni uno se salva de estar lleno de misterio y preocupación.
A veces odio mucho a la vida por hacerme un monstruo. Pero otras, le agradezco, porque de no haber sucedido, nunca hubiera conocido a esta mujer.
Pero…¿Por qué tuvo que ser así? ¿Por qué tuvo que conocerme de esta manera?... Si ya estaba comprometida y podía vivir de otra manera, pero nooo, tuvo que aparecer el señor Way en su tan refinada y buena vida…Quiso seguirme a mí…Gerard Way la peor escoria en el mundo!! Yo siempre tengo la culpa del sufrimiento de las personas…
Aunque, pensándolo bien…no es toda mi culpa… Sí es culpa de la vida… porque si su maridito no hubiera sido mi peor enemigo, todo esto no pasaría. Oh señorita Cloudson, si tan solo no me hubiera seguido, o si tan solo se hubiera dado cuenta de lo que él, su prometido, era y es en realidad, su historia no sería esta.
Mientras pienso todo esto ella se mueve un poco entre la acogedora cobija.
Esta bien, dejemos de pensar en el pasado, como diría mi madre…” Hay que vivir en el presente, porque el pasado siempre queda atrás, y ahí es donde no debemos mirar durante el camino de nuestras vidas.”
***
Comenzó el viento de nuevo… ya está lloviendo un poco… ¿de dónde saldrá este frio?- Pienso para mí mismo y vuelvo la cabeza a ver la ventanita que ella siempre mira… Y me doy cuenta que ella la abrió…porque yo no pude haber hecho eso…no me gusta el sol… -tal vez por el día soleado ella abrió en la mañana esa pequeña abertura… - Sigo pensando mientras trato de levantarme con cuidado para no despertarla. Hoy ha sido un día duro para ella, aunque no somos nada, quiso preparar un gran banquete, a comparación de las miserias que por culpa mia comemos, ella me despertó en la tarde y me dio esa sorpresa tan linda. –Te quiero demasiado, eres como un ángel delicado y muy lindo.- le digo mientras me dirijo a la ventana. Ella no sabe sobre mis sentimientos, y espero nunca lo haga… sería tonto secuestrar a tu amor… No puedo creer que apenas llevamos unos meses viviendo así y me he enamorado inmediatamente. No sé muy bien de que, pero sé que ya no quiero que se valla, siendo egoísta, preferiria que se quedase conmigo hasta la muerte. Pero pensando o tan solo imaginar el sufrimiento que puede pasar ella al estar conmigo, tambien quisiera que se fuese lo mas pronto posible aunque me duela... Lo sé, soy un extraño dilema.
Yo solo usaba un suéter de lana que mi abuela fallecida me regaló.” Ay Señorita… mire a donde fue a parar por mí. Prometo cuidarla… No deseo dañarla.” le susurro mientras le acaricio la suave y blanca piel de su rostro, y ella a su vez, murmura cosas entre sueños.
No sé su nombre aún… y no me interesa.
29 may 2011
*El desván* Inicio
Estábamos solos, escondidos del adverso mundo que yo comencé. Ella, sentada frente a mí sobre una caja de madera, mirando hacia la pequeña ventana de este sótano. Yo, sentado en el piso frío, igual que este espantoso lugar. Ella temblaba como una maraca; una pálida maraca con ojos verdes.
Se veía tan linda y serena metida en sus inocentes pensamientos mirando la poca luz que daba la ventanita.
Quise saber lo que sus ojos seguían… y me dediqué también a mirar el exterior.
Era un día nublado, aunque el sol podía asomarse un poco por las gruesas y grises nubes del cielo. Después de un pequeño momento, me harté de ver que esas siluetas lograban vivir una vida buena, mientras ella y yo estábamos aquí condenados a escondernos en el lugar menos romántico. Así que volví a mirarla, ella seguía viendo hacia afuera, esa carita de porcelana era adorable; cabello corto despuntado y negro mostraba su blanco cuello. En ese momento sentí unas ganas muy grandes de abrazar a mi pequeña bailarina, pero su expresión había cambiado de una serena a otra muy diferente y difícil de explicar; ¿era preocupación? ¿Tristeza?... ¿Qué era?
No se veía muy feliz, al igual que yo, pero tampoco se veía que se sintiera muy miserable. Al menos eso es lo que logré “adivinar” en su penetrante mirada.
Me decidí a preguntarle.
-mmm… ¿Qué sucede? ¿Está todo bien?, ¿necesita otro asiento?
Le dije mientras movía mis ojos de un lado a otro por los nervios. Mi voz sonó muy preocupada… era algo que quería evitar, pero creo que no pude.
Ella por fin me miró.
-no… este no me pasa nada, estoy bien, gracias.
Acompañó esto con una cara obligada a sonreír.
es que… veo algo en su expresión, pero no sé que es lo que pasa por su mente. Digame!- creo que la asusté, pero realmente no pude contener mis sentimientos afligidos de preocupación.
-mmm… es solo que, temo por ti. No quiero que te lastimen! Tengo miedo de que lleguen esos infelices… - dijo abruptamente, mientras sus claros ojos se cristalizaban.
-¿qué? No debería preocuparse por mí.-dije casi gritándole de nervios- Por culpa mía esta aquí sin poder vivir como esas siluetas de afuera!! Por mí muchos han sufridos y lo sabe. Solo fui y soy un desgraciado, un monstruo insensible. Por mí USTED TAMBIEN HA SIDO LASTIMADA!!! No debería…Mire, no me conoce!! ¿Cómo puede estar preocupada por mi persona? Ya cálmese… algún día saldremos de aquí. Pero por mientras no haga nada que logre que nos encuentren si?... Aunque no lo crea señorita, tengo miedo también…
Entonces mi bailarina de porcelana se hizo para atrás, para de alguna forma alejarse de mi histeria, y volteó a ver el suelo mientras esos ojos cristalinos dejaron rodar esa fría lágrima por sus mejillas…
Volvió a mirar a la ventana añorando, una vez más lograr salir, es el primer día que nos escondemos aquí. Yo, no la conozco ni ella a mí, pero por mi culpa, la culpa de este maldito egoísta, tuvimos que venir… La verdad es que hay algo extraño en la decisión que la señorita Cloudson tomó, pues yo le dije que podía retirarse, pidiéndole de favor que no dijera que me encuentro aquí, pero ella, dijo que quería afrontar las consecuencias de huir de casa…
¿Por qué decidió quedarse? Pues amigos míos, no tengo idea. Nada viene a mi cabeza cada vez que trato de encontrar respuesta.
Es que simplemente no puedo creer que esta muchachita tan linda, haya decidido quedarse con alguien como yo escondida en un lugar tan horrible, un lugar lleno de humedad, basura, insectos extraños y cosas olvidadas.
Nos encontramos en el desván de una casa que fue abandonada hace un poco más de nueve años por una familia disfuncional, lo sé porque esa familia era la mía.
Es algo difícil tratar de comportarme bien en frente de una dama como ella. Es algo debí haber aprendido, pero no quise. No quise aprender porque me decían que era básico para poder casarme, y contraer matrimonio nunca fue mi idea de una vida en pareja, ni siquiera ahora.
Solo debo esperar el momento en que ella se canse de mí y que se vaya, quiero irme de esta ciudad tan conservadora.
Comienza el frío, un poco de lluvia cae.
-¿tiene frío señorita Cloudson?
-no, no se preocupe. Estoy bien con este suéter.
-Como desee, pero tenga en cuenta que si se enferma no se curará tan fácil pues no hay medicamentos aquí. Solo estos podridos alimentos, por lo cual le pido una disculpa.
-No se preocupe, ya le dije que estoy bien…
-¿ya no llorará?
-¿Qué? Yo no estaba llorando…- dijo tocando sus ya secas lágrimas de una de sus mejillas.
-Espero que haya tomado una buena decisión con quedarse aquí…
-Sí, la tomé. Ahora déjeme. Quiero dormir y arrullarme con el sonido del agua…- cierra los ojos. Y una nueva lágrima sale…
Pobre, ha de extrañar mucho a su maldito prometido y a su familia de dinero. Maldita sea, tenía que ser su prometido el mismo hombre de dinero que me quitó todo…
Se veía tan linda y serena metida en sus inocentes pensamientos mirando la poca luz que daba la ventanita.
Quise saber lo que sus ojos seguían… y me dediqué también a mirar el exterior.
Era un día nublado, aunque el sol podía asomarse un poco por las gruesas y grises nubes del cielo. Después de un pequeño momento, me harté de ver que esas siluetas lograban vivir una vida buena, mientras ella y yo estábamos aquí condenados a escondernos en el lugar menos romántico. Así que volví a mirarla, ella seguía viendo hacia afuera, esa carita de porcelana era adorable; cabello corto despuntado y negro mostraba su blanco cuello. En ese momento sentí unas ganas muy grandes de abrazar a mi pequeña bailarina, pero su expresión había cambiado de una serena a otra muy diferente y difícil de explicar; ¿era preocupación? ¿Tristeza?... ¿Qué era?
No se veía muy feliz, al igual que yo, pero tampoco se veía que se sintiera muy miserable. Al menos eso es lo que logré “adivinar” en su penetrante mirada.
Me decidí a preguntarle.
-mmm… ¿Qué sucede? ¿Está todo bien?, ¿necesita otro asiento?
Le dije mientras movía mis ojos de un lado a otro por los nervios. Mi voz sonó muy preocupada… era algo que quería evitar, pero creo que no pude.
Ella por fin me miró.
-no… este no me pasa nada, estoy bien, gracias.
Acompañó esto con una cara obligada a sonreír.
es que… veo algo en su expresión, pero no sé que es lo que pasa por su mente. Digame!- creo que la asusté, pero realmente no pude contener mis sentimientos afligidos de preocupación.
-mmm… es solo que, temo por ti. No quiero que te lastimen! Tengo miedo de que lleguen esos infelices… - dijo abruptamente, mientras sus claros ojos se cristalizaban.
-¿qué? No debería preocuparse por mí.-dije casi gritándole de nervios- Por culpa mía esta aquí sin poder vivir como esas siluetas de afuera!! Por mí muchos han sufridos y lo sabe. Solo fui y soy un desgraciado, un monstruo insensible. Por mí USTED TAMBIEN HA SIDO LASTIMADA!!! No debería…Mire, no me conoce!! ¿Cómo puede estar preocupada por mi persona? Ya cálmese… algún día saldremos de aquí. Pero por mientras no haga nada que logre que nos encuentren si?... Aunque no lo crea señorita, tengo miedo también…
Entonces mi bailarina de porcelana se hizo para atrás, para de alguna forma alejarse de mi histeria, y volteó a ver el suelo mientras esos ojos cristalinos dejaron rodar esa fría lágrima por sus mejillas…
Volvió a mirar a la ventana añorando, una vez más lograr salir, es el primer día que nos escondemos aquí. Yo, no la conozco ni ella a mí, pero por mi culpa, la culpa de este maldito egoísta, tuvimos que venir… La verdad es que hay algo extraño en la decisión que la señorita Cloudson tomó, pues yo le dije que podía retirarse, pidiéndole de favor que no dijera que me encuentro aquí, pero ella, dijo que quería afrontar las consecuencias de huir de casa…
¿Por qué decidió quedarse? Pues amigos míos, no tengo idea. Nada viene a mi cabeza cada vez que trato de encontrar respuesta.
Es que simplemente no puedo creer que esta muchachita tan linda, haya decidido quedarse con alguien como yo escondida en un lugar tan horrible, un lugar lleno de humedad, basura, insectos extraños y cosas olvidadas.
Nos encontramos en el desván de una casa que fue abandonada hace un poco más de nueve años por una familia disfuncional, lo sé porque esa familia era la mía.
Es algo difícil tratar de comportarme bien en frente de una dama como ella. Es algo debí haber aprendido, pero no quise. No quise aprender porque me decían que era básico para poder casarme, y contraer matrimonio nunca fue mi idea de una vida en pareja, ni siquiera ahora.
Solo debo esperar el momento en que ella se canse de mí y que se vaya, quiero irme de esta ciudad tan conservadora.
Comienza el frío, un poco de lluvia cae.
-¿tiene frío señorita Cloudson?
-no, no se preocupe. Estoy bien con este suéter.
-Como desee, pero tenga en cuenta que si se enferma no se curará tan fácil pues no hay medicamentos aquí. Solo estos podridos alimentos, por lo cual le pido una disculpa.
-No se preocupe, ya le dije que estoy bien…
-¿ya no llorará?
-¿Qué? Yo no estaba llorando…- dijo tocando sus ya secas lágrimas de una de sus mejillas.
-Espero que haya tomado una buena decisión con quedarse aquí…
-Sí, la tomé. Ahora déjeme. Quiero dormir y arrullarme con el sonido del agua…- cierra los ojos. Y una nueva lágrima sale…
Pobre, ha de extrañar mucho a su maldito prometido y a su familia de dinero. Maldita sea, tenía que ser su prometido el mismo hombre de dinero que me quitó todo…
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