Parte I ~El Adulto Perdido~
Era una buena mañana de invierno para la familia que habitaba aquella tan adornada casa.
La madre, usando aún la piyama con guantes y bufanda, ponía las últimas esferas del árbol navideño que el esposo había cortado.
El hombre de la casa se prepraraba para salir, comprar las cosas para la importante cena y luego ir por un poco de leña; ya había dado unos sorbos a la taza de ponche que su mujer le había preparado. Luego se sintió listo y abrióla puerta, iba a dar el primera paso a la intemperie cuando sintió que algo detenía con pequeña fuerza la cola de su suéter. Era la pequeña mano impidiendo que diera algun otro movimiento.
-No te vayas aún, papi- suplicó con esa tierna voz- Toma, te falta esto...- diciendo esto ella estiró su otra mano dandole una bufanda a su padre,
-Oh, gracias pequeña...- le sonrió
-Y, tampoco te olvides de mí... Llevame contigo.
El hombre se veía apurado, algo impaciente
-Bien, pero primero pide permiso a tu madre
-Voy Corriendo!!^^- dijo ella mientras echaba a correr, estaba emocionada, su padre saldría , porfin, con ella después de tanta espera de las vacaciones.
La niña de rizos tardó un poco en regresar a la entrada de su hogar, pues su paranóica madre le había ordenado cubrirse, así que le puso sueter sobre sueter, terminando con una bufanda parecida a la de su padre y un par de guantes.
Llegó corriendo a la entrada de la casa y se llevó la gran sorpresa de que el ser a quién tanto amaba, ya no estaba en la puerta, la pequeña se llevó una gran desilusión, pero aún así decidió ir a buscarlo por su propia cuenta.
Abrió la gigantesca puerta y caminó adeentrandose en el cruel invierno.
Caminaba a paso normal, pero aún así el frío viento que esa temporada traía consigo, golpeaba su dulce rostro, así que tomó la bufanda y la puso sobre su carita cubriendo, al mismo tiempo, la boca y la nariz.
Realmente no tenía algún camino que seguir...
Comenzó a imaginar lo lugares donde su padre pudo haber ido.
De pronto, un gran choque intervino en sus pensamientos
-Oh, lo siento...- dijo el niño conquien había tropezado, era su vecino de enfrente
-auch!... Amm, no te preocupes...- respondió ella sonriendo.
-¿cómo has estado?- preguntó el chiquillo que era de la misma edad que ella... y también de la misma estatura
-jaja, bien... Gracias. Iba a buscar a mi papá. Se fue no sé dónde sin mí- dijo mientras fruncía el ceño.
-¿enserio? Bueno, si quieres puedo ayudarte a buscarlo. Tengo un triciclo y así podremos ir mas rapido a donde quieras
-¿Seguro?... Pero no quiero tardar mucho, mamá se preocuparía mucho
-nno te preocupes, mi vehículo es super rápido- le dijo él mientras tomaba su mano y la llevaba hacia donde el objeto mencionado se encontraba
Subieron, el pequeño iba al frente y ella en una canstita detrás. Él comenzó a pedalear con todas su fuerzas...
Después de unos minutos llegaron a la avenida principal, cerca de ahí se encontraba un gran parque, y al otro lado el supermercado.
Estuvieron mucho tiempo tentados a dirigirse al parque, pero decidieron buscar primero al adulto que habían perdido.
Entraron mientras los adultos los miraban con curiosidad
Buscaron y buscaron...
Llegaron a un lugar donde había miles de juguetes para niñños de diversas edades, y fue ahí donde lo encontraron.
El padre de la pequeña explicó que solo veía los juguetes... Se disculó con ella. Terminaron los tres juntos las compras y fueron a casa.
El pequeño vecino[quien era huerfano y padres y vivia con su vieja tía abuela] fue invitado a la cena especial, él aceptó y aquella noche tuvieron todos la mejor cena que alguien hubiera vivido jamás.
Esa noche estuvo llena de cantos, juegos, chistes y mucha alegría de parte de todos. Fué tan próspera que parecía perfecta...
Tan perfecta fué hasta que, en la noche, como a las once algo horrible sucedió.
el gran árbol, que todos habían adornado, comenzó a quemarse...
De cinco personas que había en esa pequeña cena Navideña, quedaron solo tres...
¿La razón?...
(Continuará)
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