4 jun 2013

Untitled 2


   Entonces te vas a ir y voy a decírtelo todo. Te voy a confesar cuánto te voy a extrañar. Te voy a decir cuánto vales la pena para mí, y te voy a sonreír mientras mis mejillas se tornan escarlata. Entonces te vas a despertar y me vas a abrazar y volverás a agradecerme “por estar ahí,” como alguna vez hiciste. Estarás recostado en algún lado y te vas a dar cuenta, entonces voy a mentirte y te voy a decir que mi cara está roja porque hace calor. Y te voy a prometer tantas cosas que hasta las vamos a olvidar.


   Entonces me vas a besar la cabeza porque será la primera vez que hablemos y vamos a llorar juntos, pero no nos vamos a dar cuenta porque yo voy a mirar a tus pies descalzos y tú, al contrario, mirarás al horizonte aún con tu rostro sobre mi cabeza. Las lágrimas diminutas fluyendo de tus claros ojos hasta mi cuero cabelludo.

   Entonces voy a abrazarte más fuerte y el cielo se va a alegrar tanto que va a llorar de felicidad y las nubes harán que llueva. Lo cual será extraño, porque se tratará de un momento en pleno verano.  Nunca me vas a besar, pero no voy a necesitarlo.

 
   Entonces todo va a comenzar a tener sentido.



   Después, lo vamos a olvidar. Después, ni mi cara vas a recordar y yo voy a dejar el sonido de tu voz atrás sin nostalgia. Pero no nos vamos a sentir culpables porque no nos vamos a ver.

   No nos vamos a ver hasta que pase tanto tiempo que olvidaremos qué edad tenemos. Cuando tú te vuelvas una estrella y yo sea un alma sin vocación específica. Será entonces cuando vas a necesitar soledad porque la gente siempre te abrumó. Y yo voy a necesitar compañía porque la soledad siempre me caló hasta el tuétano.

   Será entonces cuando yo tenga los pies descalzos y tú el cabello largo… tan negro como siempre. Será entonces cuando nos volvamos a encontrar.


  Entonces voy a verte a los ojos y, así, a transportarme hasta tu alma y algo va a dar clic dentro de mí. Tú mirarás algo en mí y algo en ti te hará sentir que esto ya lo vivimos. Entonces yo intentaré recordar cómo se dice tu nombre y tú intentarás recordar el mío, pero a ambos se nos va a escapar el sonido al mismo tiempo y nos vamos a quedar sin aliento. El cielo estará tan fresco porque va a ser otoño y no podré excusarme por volver a vestir mis mejillas de escarlata. Y voy a recordar tu voz, será entonces cuando sepa quién eres.  Luego intentaré tomar tu mano, pero el tren va a aproximarse y tu figura se va a esfumar y será el fin de todo.


  Me voy a preguntar cómo es que no lo vi venir. ¿Cómo es que no escuchaste al motor acercarse? ¿Será que somos dos tontos y nos sentíamos tan solos que alguno tenía que irse para siempre?

 Pero tu fantasma va a volver cada noche y volveré a escuchar tu voz y a ver tus ojos entre mis párpados cerrados cuando intente dormir. Y la gente va a llorarte allá afuera, pero tu voz va a quedarse aquí adentro, como cuando tocaba el piano y cerrabas la puerta para que nadie más que tú pudiera escuchar. Voy a volver a llorar de felicidad porque será entonces cuando recuerde tu nombre y a tus lágrimas cayendo sobre mi cabeza.


  Entonces voy a lamentar esos segundos intentando reconocerte.    

  Todo eso va a pasar después. Y me voy a dar cuenta que hoy no. Hoy es diferente. Porque hoy me miras sonriente desde el umbral de la puerta del salón de canto. Porque hoy miro al papel en el que escribo esto mientras muevo la mano izquierda para garabatear mis últimos sueños, escribo cual maniaco obsesivo. Y, a pesar de que ambos queremos cosas parecidas, lo anterior no es seguro, porque ni siquiera hemos dado el primer paso. Porque no quiero que te vayas. Porque no pienso llorar contigo, porque soy diferente.


  De todos modos, al final seré yo quien va a estar acostada en algún lado y voy a despertar. Entonces todo lo mencionado solo habrá existido únicamente en papel.

No hay comentarios: